París y Bruselas. La primera ministra británica, Theresa May, defendió este martes en París y Berlín su solicitud de prórroga del brexit hasta el 30 de junio ante los dos pesos pesados de la Unión Europea (UE), la víspera de una nueva cumbre crucial en Bruselas.
Los europeos están de acuerdo en otorgarle una prórroga para evitar un divorcio abrupto el 12 de abril, pero se encuentran divididos entre aquellos que defienden más firmeza con May, como Francia, y otros más “moderados”, como Alemania.
La cena de mandatarios en Bruselas tendrá como plato principal la propuesta del jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, de una prórroga flexible de “no más de un año” a Reino Unido para dar tiempo a ratificar el acuerdo de brexit en Londres.
"Nuestra experiencia hasta ahora, así como las profundas divisiones en la Cámara de los Comunes, nos dan pocas razones para creer que el proceso de ratificación pueda completarse para finales de junio", aseguró Tusk en su carta de invitación.
Los europeos no creen que para entonces May haya logrado un pacto con la oposición laborista que permita a su Parlamento aprobar el acuerdo de divorcio y permitir una marcha ordenada de una UE que se dispone a iniciar un nuevo ciclo político.
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Las negociaciones entre el gobierno y la oposición para desbloquear la situación se aplazaron hasta después de la cumbre europea del miércoles, anunció Downing Street, dejando patente la falta de resultados por el momento.
Las discusiones sobre otra prórroga representan un nuevo capítulo en la saga de un país que debía haber abandonado el bloque el 29 de marzo y que inició otra etapa con las negociaciones entre May y el líder laborista, Jeremy Corbyn.
Sus 27 socios europeos debaten qué tipo de prórroga concederle, si bien, como advirtió este martes su negociador para el brexit, Michel Barnier, todo “dependerá de lo que May diga mañana a los dirigentes europeos”.
¿Cuánta prórroga?
Algunas posibilidades empiezan a perfilarse, como la propuesta de Tusk de conceder a Reino Unido una prórroga flexible de “no más de un año”, que puede llegar a su fin en cualquier momento, “tan pronto” se ratifique el acuerdo de retirada.
Tras reunirse con May, la canciller alemana, Ángela Merkel, juzgó “posible” un aplazamiento “hasta principios del 2020”, según un participante en una reunión de su partido, la CDU (Unión Demócrata Cristiana), en la que habló del tema.
Para Francia, en cambio, un año de prórroga es “demasiado largo” y esta además no sería “a cualquier precio”, dijo una fuente del palacio Elíseo antes del encuentro del presidente francés, Emmanuel Macron, con la dirigente británica.
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La UE está preocupada por el buen funcionamiento del bloque si Reino Unido continúa siendo miembro más allá del 1.° de julio, cuando la nueva Eurocámara se constituya dando inicio a la nueva legislatura en el bloque.
Por ello, una de las líneas rojas de la UE es que si Reino Unido continúa siendo miembro después de esa fecha, debe participar en las elecciones europeas previstas del 23 al 26 de mayo y escoger así a sus eurodiputados.
Según fuentes diplomáticas europeas, la UE estaría estudiando conceder una prórroga hasta el 30 de junio, si la primera ministra británica logra finalmente que la Cámara de los Comunes apruebe el acuerdo antes del 22 de mayo.
En caso de un aplazamiento mayor, los europeos reclamarían a Reino Unido una "cooperación leal" como país que se está yendo y no poner palos a las ruedas en la adopción de los próximos "proyectos europeos clave", apuntó Tusk.
May debe además justificar para qué quiere una prórroga larga. Un segundo referendo sobre el brexit, elecciones legislativas anticipadas o un consenso en Reino Unido sobre la futura relación con la UE serían motivos válidos para la UE.
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Una tarea nada fácil, si se tiene en cuenta la presión que May enfrenta en sus propias filas por las críticas de los conservadores más euroescépticos por su decisión de tender la mano a la oposición para salir del caos político.
Casi tres años después que un 52% de los británicos votó a favor de salir de la UE en junio del 2016 y pese a haber logrado un acuerdo en noviembre con la UE, Reino Unido sigue sin saber cómo consumar el primer divorcio del bloque.