Londres. El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo el miércoles que se va con “la frente en alto”, pero reconoció ante los diputados que su salida, provocada por una acumulación de escándalos, ocurre más temprano de lo que él hubiera deseado.
En una discusión con el jefe de la oposición laborista Keir Starmer, quien consideró a Johnson perdido en sus ilusiones “hasta el final”, el dirigente conservador dijo a su adversario que él nunca “se presentó con una idea o proyecto para el país”.
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Mencionando el Brexit, la campaña de vacunación contra la covid-19, o el “papel decisivo” del Reino Unido en Ucrania contra “la brutal invasión” rusa, Johnson se declaró “orgulloso del formidable trabajo de equipo” realizado bajo su dirección.
“Es absolutamente cierto que me voy en un momento que no escogí”, agregó Johnson, cerca de una semana después del anuncio de su renuncia, desencadenada por el éxodo masivo de miembros de su gobierno luego de sucesivos escándalos.
“Me voy con la frente en alto” dijo durante la sesión de preguntas en el Parlamento. Tras el anuncio de la renuncia de Boris Johnson el jueves pasado, ocho candidatos figuran en la lista para sucederlo en la jefatura del Partido Conservador y en Downing Street.
Empieza ronda de votaciones
Una primera vuelta de votación de los diputados conservadores se dará el miércoles. Al menos un candidato será eliminado, el que tendrá menos votos, o aun más si no logran 30 sufragios. Otras vueltas serán organizadas hasta que sean escogidos dos finalistas. Se organizará entonces una votación por correspondencia, reservada únicamente a los miembros del partido. El resultado se espera para el 5 de setiembre.
En tanto, Johnson va a asistir a una de las últimas sesiones de preguntas como primer ministro en el Parlamento antes de que su sucesor sea anunciado el 5 de septiembre, después de una controvertida maniobra para bloquear un intento de la oposición de obligarlo a dejar el poder antes.
El Partido de oposición Laborista quería obligar a la Cámara a votar una moción de censura contra Johnson, argumentando que el país no puede permitirse pasar semanas centrado en la contienda entre los conservadores, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo y desafíos como la guerra en Ucrania.
El Gobierno se negó a dar el tiempo para debatir la iniciativa en el Parlamento, lo que para los laboristas denunciaron como un “grave abuso de poder”.
La serie de escándalos lastraron la imagen del partido conservador frente a los laboristas, según las encuestas. Toda la saga terminó con la carrera política de Johnson, que inició con una caída en desgracia después de llegar al poder con una aplastante victoria electoral en diciembre del 2019 y emprender la salida de la Unión Europea un mes después, antes de la irrupción de la pandemia de la covid.
Campaña se anuncia agria
Pese a que Johnson afirmó que se mantendrá al margen, sus cuadros más leales se lanzaron en picada contra el favorito Sunak, y apuntaron la candidatura de la secretaria de Relaciones Exteriores de extrema derecha, Liz Truss.
Los partidarios de Sunak negaron orquestar un plan para impulsar a candidatos con menos opciones, con el objetivo de perjudicar a aspirantes con más potencial, como Truss, antes de la votación de las bases.
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Un ejemplo de los amargos intercambios, es que el secretario de Transportes, Grant Shapps, que se retiró de la contienda para apoyar a Sunak, refutó acusaciones de que el exministro de Finanzas fue un “socialista” durante su gestión por los paquetes de estímulo que aprobó durante la pandemia.
Desde entonces, Sunak insiste en la necesidad de volver al equilibrio fiscal, en contraste con los recortes de impuestos que prometen muchos de sus rivales, lo que generó preocupación en el Banco Central y entre expertos independientes.
Como se esperaba, Sunak llegó en primer lugar en cantidad de padrinazgos para ser candidato, por delante de la exministra de Defensa, Penny Mordaunt, Truss, y el legislador Tom Tugendhat, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara.
Los otros candidatos son el joven ministro Kemi Badenoch, el nuevo ministro de Finanzas Nadhim Zahawi, el exencargado de la cartera de Salud, Jeremy Hunt, y la consejera legal del Gobierno, Suella Braverman. En su primer discurso de campaña este miércoles, Mordaunt se basó en la temática patriótica de un video de propaganda, que finalmente tuvo que ser retirado porque aparecían personas sin su autorización.
Esta reservista de la armada de 49 años afirmó que se inspiró para dedicar su vida al servicio público cuando a los nueve años vio a un grupo de combatientes salir de su ciudad natal Portsmouth para luchar en la Guerra de las Malvinas contra Argentina. “Creo que los conservadores hemos perdido el sentido de quién somos”, afirmó.
Braverman, que tiene pocas posibilidades y que se caracteriza por ser contraria a lo políticamente correcto y a las nuevas formas de expresarse teniendo en cuenta sensibilidades sociales, también lanzó su campaña. La funcionaria negó que el tono hostil que tuvo hasta ahora la campaña vaya a dañar a los conservadores a corto plazo. “Nos vamos a unir detrás de quien sea que gane”, dijo en un acto antes de las votaciones.
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