Moscú. Un medio independiente ruso publicó hoy una extensa investigación sobre la salud del presidente Vladimir Putin en la que afirmó que el mandatario, supuestamente, tiene cáncer de tiroides.
En un detallado artículo por los 70 años de Putin, que cumplirá el 7 de octubre, ‘Proekt’, un medio de comunicación ruso independiente especializado en periodismo de investigación, enumeró el listado de médicos personales que acompañan al presidente en cada uno de sus viajes. “Putin es ahora acompañado por un vasto equipo de médicos, entre ellos un cirujano especializado en cáncer de tiroides”, afirmó Proekt en el artículo.
Imagen de hombre fuerte y activo
Desde que tomó la silla del jefe de Estado a los 47 años, Putin se presentó ante el mundo como un hombre extremadamente activo y fuerte. Cada año se zambulle en aguas heladas, ostenta sus destrezas como jinete, sale de caza y pesca. La salud de Putin, en palabras de su secretario de prensa, Dmitry Peskov, es “excelente”.
Al principio de su carrera presidencial, “rara vez se examinaba a Putin y se prestaba poca atención a problemas de salud menores”, reveló un funcionario a Proekt. Era tan importante para el Kremlin crear la imagen de un presidente “macho alfa” que decidió ocultar cualquier problema de salud, desde la fiebre más simple hasta las lesiones relacionadas con el deporte, agregó.
“Desde el inicio del primer mandato de Putin, el Kremlin comenzó a esconder informaciones sobre el entonces joven presidente, inclusive cuando se cayó de un caballo y se lastimó la espalda”, recordó al medio.
Estas caídas eran todo un problema. En la década del 2000, el jefe de Estado era un apasionado de los deportes ecuestres, y las lesiones asociadas a esta actividad tampoco le pasaban por alto. Una de las caídas fue muy grave: durante algún tiempo, Putin “ni siquiera podía ponerse de pie”, y luego fue tratado durante meses, recordó un funcionario de su administración que habló bajo condición de anonimato.
En un video del 2012, en Día de la Unidad Nacional, se lo vio “renqueando” en la ceremonia de colocación de flores en el monumento a Minin y Pozharsky en la Plaza Roja, por lo que el servicio de prensa del Kremlin decidió no publicar el video del evento en el sitio web oficial, limitándose a las fotografías, y prohibió categóricamente a las agencias de noticias mencionar la cojera en sus mensajes.
Luego de que Putin se ausentara en una serie de eventos oficiales ese año, sus funcionarios revelaron extraoficialmente que “el jefe no estaba bien”, que usaba un corset y que necesitaba una cirugía de espalda.
Pero después el Kremlin recurrió a una herramienta necesaria para evitar dar explicaciones sobre el paradero de Putin y su estado de salud: la publicación de reuniones pregrabadas. Esto le permitió desaparecer temporalmente del ojo de los periodistas y de todo el país. Con el tiempo, estas desapariciones se hicieron cada vez más frecuentes. Así como sus problemas de salud.
Baños con extractos de astas
A medida que envejece, las preocupaciones sobre la salud y la longevidad absorben tanto al presidente que incluso muestra interés en la medicina alternativa, aunque muchos en su familia son médicos, afirmó el artículo.
En la primavera, a los Maral de Altay —un ciervo típico de la región— les crecen astas a gran velocidad, varios centímetros al día. En este punto, los cuernos aún no están osificados, están blandos y llenos de sangre. Al extracto de los cuernos se le atribuye un efecto curativo por lo que existe toda una industria para la producción de este ungüento. Los ciervos se atan o sujetan en una máquina especial, se levantan para que cuelguen y se cortan los cuernos, a menudo con una sierra para metales común.
Sergei Shoigu, entonces jefe del Ministerio de Situaciones de Emergencia y actual titular de Defensa, fue el primero en la élite rusa en interesarse en los baños de astas. A mediados de la década de 2000, llevó por primera vez al presidente a Altay y lo convenció de los beneficios del procedimiento: supuestamente mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y rejuvenece la piel.
Putin, que empezó a pensar más en su salud, hizo caso a Shoigu y en uno de sus viajes se sumergió en una bañera con un brebaje de asta de ciervo. Una fuente familiar con el asunto afirmó a Proekt que el presidente fue advertido de que no hay una sola evidencia convincente de los beneficios de los baños de astas. Pero la experiencia fue suficiente para que el mandatario visite Altay más de una vez.
El interés de Putin por la medicina alternativa es sorprendente dado que está rodeado de médicos. La hija mayor del jefe de estado, Maria Vorontsova, se graduó de la facultad de medicina de la Universidad Estatal de Moscú, se convirtió rápidamente en una investigadora líder en el Centro Ruso de Endocrinología y luego también en accionista del proyecto médico Nomeko, que desarrolla nuevos métodos para el tratamiento del cáncer. El socio de Vorontsova es Yuri Kovalchuk, amigo de Putin.
El artículo también informó sobre las frecuentes visitas del presidente al Hospital Clínico Central (CCH), que trata a pacientes VIP. Ahí se atendió en varias ocasiones con el doctor Dmitry Verbovoy, quien según pudo saber Proekt, es reanimador y autor de un manual de emergencias para el tratamiento de enfermedades agudas, heridas y envenenamientos.
Acompañado de médicos
A lo largo de los años, Putin dejó de acudir al Hospital Clínico Central, y los médicos comenzaron a acercarse a él: vuelan a sus residencias y lo acompañan en sus viajes. Paradójicamente, luego de ocultar información sobre la salud de Putin durante muchos tiempo, las autoridades han hecho pública la información sobre los médicos del presidente.
Todos los que acompañan a Putin en la ciudad balnearia de Sochi, incluidos los médicos, se alojan en cuatro lugares: en el Grand Hotel Polyana, en el Polyana 1389 Hotel & Spa, en el centro de salud Rus o en el sanatorio Sochi.
El convenio entre el Hospital Clínico Central y los hoteles para el alojamiento de los médicos se publica en la web de contratación pública junto con las actas de aceptación de los servicios prestados. En las actas se pueden encontrar los nombres de los médicos y las fechas de su alojamiento en los hoteles durante cuatro años, del 2016 al 2020. A partir de estos documentos, Proekt pudo saber qué médicos visitaron a Putin en ese período y con qué frecuencia.
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De vez en cuando el número de médicos junto al presidente aumenta de manera espectacular. En al menos dos ocasiones, Proekt pudo afirmar que Putin se sometió a una operación o a un procedimiento muy serio, probablemente en la espalda.
Dos otorrinolaringólogos, así como el cirujano Yevgeny Selivanov, son los compañeros más frecuentes de Putin. Selivanov es cirujano especializado en oncología. El tema de su disertación fue ‘Peculiaridades del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de pacientes ancianos y seniles con cáncer de tiroides’. “El interés por el problema del cáncer de tiroides en pacientes mayores y seniles se debe a la dificultad de un diagnóstico precoz”, dice el resumen de su trabajo .
Selivanov fue asistente del profesor Vitaly Bashilov, quien, entre otros logros, hizo una “contribución a la cirugía de tiroides“. Sin embargo, también fue coautor de un trabajo sobre el tratamiento de las complicaciones en la pancreatitis grave.
El registro del Hospital Clínico Central confirmó que Selivanov trabaja en el departamento de cirugía, pero no pudieron aclarar su especialización y Proekt no pudo contactarse con él.