Ciudad de Panamá. afp. Cientos de personas aguardan expectantes en el andén de la estación plaza Cinco de Mayo, una de las 13 con las que cuenta la primera línea del metro panameño , que ya está a prueba y que será desde abril el primero en Centroamérica.
La ansiedad aumenta cuando el tren abre sus puertas y algunos no pueden evitar correr para ser los primeros en entrar y buscar un asiento.
“Es la primera vez que me monto (en un vagón de metro); espero que ayude verdaderamente a desahogar las calles de vehículos y facilite el transporte de las personas”, dijo a la AFP Ildefonso Suria, abogado de 34 años.
Durante estos días, jóvenes y no tan jóvenes, trabajadores o estudiantes, panameños o extranjeros participan como viajeros en la puesta a punto de la primera línea del metro de Panamá.
“Ya estamos en la recta final. Ya el contratista entregó la obra y estamos en la fase de prueba y ajustes para inaugurarlo el 5 de abril”, expresó la vocera de la Secretaría del Metro, Dalma Duque.
El tren recorrerá en 23 minutos casi 14 kilómetros con 13 estaciones, elevadas y bajo tierra, desde el populoso municipio de San Miguelito, contiguo a la capital panameña, hasta la terminal de autobuses de Albrook.
Las obras, a un costo de $1.800 millones, las llevó a cabo el consorcio conformado por la empresa brasileña Odebrecht y la española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), en tanto que la francesa Alstom fabricó los trenes.
“Este es uno de los trenes más modernos del mundo” e incluso no necesita conductor, expresó el español Daniel García, uno de los ingenieros industriales de la obra.
Tránsito difícil. El nuevo sistema de transporte pretende aliviar el caótico tránsito vehicular de la capital panameña, pero todavía levanta recelo por el costo del pasaje, sin definir.
A diario, decenas de miles de personas quedan atrapadas en atascos enormes, pese a obras viales recientes y a la introducción de un nuevo sistema de autobuses, el metrobús.
Aunque es más moderno y ordenado que sus antecesores, los legendarios “diablos rojos” –buses escolares estadounidenses decorados con todo tipo de dibujos, calcomanías, luces de neón y hasta condones– el metrobús (cuyo costo mínimo es de 25 centavos de dólar) no ha solucionado el problema del transporte.