México. Estados Unidos, Canadá y México, conforman uno de los bloques comerciales más grandes del mundo y anunciaron un plan para sustituir importaciones en la región al concluir la Cumbre de América del Norte, que se realizó este martes en el palacio presidencial en la Ciudad de México.
Siguiendo una tendencia que surgió con la pandemia, los presidentes Joe Biden, Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro Justin Trudeau decidieron integrar un grupo que buscará construir un camino hacia la independencia energética e industrial.
LEA MÁS: Cumbre de América del Norte, entre la integración y los diferendos comerciales
“Acordamos fortalecer nuestras relaciones económicas y comerciales, para lo cual se creará un comité conjunto destinado a la planeación y a la sustitución de importaciones en América del Norte”, dijo López Obrador.
"Podemos construir grandes cosas aquí", señaló por su parte Trudeau, al asegurar que los tres países, socios del T-MEC, constituían "el bloque de libre comercio más grande del mundo".
Junto a Biden y Trudeau, el jerarca mexicano añadió que los tres países procuran “ser cada vez más autosuficientes” y “hacer realidad el desarrollo, la cooperación y el bienestar” del continente.
Por ello integrarán un grupo de 12 especialistas para persuadir a empresarios, trabajadores y servidores públicos de la "trascendencia de unirnos en América del Norte".
Estados Unidos, Canadá y México, que en las últimas décadas firmaron cada uno acuerdos de libre comercio con varios países, apuestan en particular a desarrollar la industria de semiconductores para disminuir la dependencia de Asia y potenciar las energías limpias y la fabricación de vehículos eléctricos.
Las tres economías aportan 28% del PIB global, resultado de un intercambio de tres millones de dólares por minuto entre enero y octubre pasado.
Eso los ha convertido en un bloque económico 50% y 55% mayor que China y la Unión Europea, respectivamente, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Potencia de energía limpia
Biden, quien partió la noche de este martes a Washington, había firmado en agosto una ley para impulsar la industria de semiconductores en Estados Unidos por unos 52.000 millones de dólares, ante el temor de que China controle el sector.
El gobierno mexicano anunció luego su intención de sumarse al plan, para el cual dispone de reservas de litio, ahora nacionalizadas, pero cuyo potencial se desconoce.
México quiere convertir su frontera con Estados Unidos en polo de desarrollo con el Plan Sonora, que incluye la explotación de litio, clave para el desarrollo de nuevas tecnologías y de carros eléctricos; la producción de esos autos mediante la reubicación de armadoras y la construcción de plantas de energía solar.
Washington expresó su apoyo a esa estrategia, que demandará inversiones por 48.000 millones de dólares, como parte de sus esfuerzos contra el cambio climático.
“Estamos hablando de cumplir con nuestros compromisos para que Norteamérica sea una potencia de energía limpia”, destacó el líder estadounidense. Los acuerdos incluyen un compromiso para reducir 15% las emisiones de metano hacia 2030.
En público, los mandatarios dejaron a un lado los diferendos que mantienen dentro del T-MEC, como la política energética mexicana que busca limitar la participación extranjera en el sector, o sobre los lácteos entre Estados Unidos y Canadá.
LEA MÁS: Biden y López Obrador dialogaron sobre migración y fentanilo sin llegar a acuerdos concretos
Migración y fentanilo
El cierre de la Cumbre estuvo marcado por el hallazgo de documentos clasificados en una oficina en Washington que utilizó Biden cuando fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
“No sé lo que contienen los documentos”, aseguró a la prensa el demócrata, quien se mostró sorprendido por el descubrimiento y garantizó su cooperación con las investigaciones.
La crisis migratoria y el tráfico de fentanilo -droga sintética que trafican los cárteles mexicanos y mata a miles de personas en Estados Unidos- también ocuparon un lugar central en la agenda.
En medio del llamado de Biden a los migrantes para que no viajen a la frontera sin haber iniciado un proceso legal, los gobernantes anunciaron un sitio web para informarse sobre las opciones legales que ofrecen Estados Unidos y Canadá.
Biden autorizó recientemente el ingreso mensual de 30.000 venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos durante dos años, pero advirtió de que se mantendrán las expulsiones de indocumentados.
López Obrador aprovechó para elogiar a su par estadounidense por ser “el primer presidente de Estados Unidos en mucho tiempo que no ha construido ni un metro de muro” en la frontera de 3.100 km.
Los jerarcas también anunciaron un mayor intercambio de información para interceptar los precursores que llegan a México desde Asia para producir fentanilo.
Casi dos tercios de las 108.000 muertes por sobredosis registradas en Estados Unidos en 2021 involucraron opioides sintéticos. Y solo en 2022 se incautó más fentanilo del que se necesitaría para matar a toda la población estadounidense, según la agencia antidrogas DEA.
La Cumbre se celebró días después de la escalada violenta que estremeció a la ciudad mexicana de Culiacán (noroeste), con 29 muertos, por la captura del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán, muestra del desangre que sufre México por el crimen organizado.
Haití
Por otra parte, Biden y Trudeau abordaron la crisis de Haití, asolado por la violencia de las pandillas y problemas sanitarios. Sus gobiernos contemplan desde hace tiempo el posible envío de una fuerza de intervención al país caribeño.
“Canadá siempre ha apoyado al pueblo haitiano, estamos trabajando con nuestros aliados en la región para garantizar mejores soluciones”, sostuvo Trudeau, quien se reunirá este miércoles con el presidente mexicano.