Ciudad de Guatemala. Guatemala se alista para elegir un nuevo gobierno que deberá hacerle frente al desafío de contener la masiva migración ilegal a Estados Unidos, hacia donde huyen miles de sus ciudadanos buscando escapar de la pobreza y la violencia criminal.
El 16 de junio, los guatemaltecos votarán para elegir su futuro presidente, que según expertos tendrá como principal reto el abordaje de los factores estructurales que llevan a miles de ciudadanos a salir cada año en búsqueda del “sueño americano” mientras otros tantos son devueltos por México y Estados Unidos en autobuses y aviones.
“El nuevo gobierno debe tener claro que las causas de la migración son estructurales y, por lo tanto, debe abordarlas de una forma efectiva”, dijo Érick Maldonado, analista en temas migratorios.
El asunto de la migración ha figurado escasamente en los discursos de campaña, aunque la veintena de candidatos presidenciales sí ha abordado los temas que la propulsan: problemas de salud, educación, infraestructura y la pobreza.
En el próximo gobierno “debe haber una apuesta muy fuerte a la inversión en salud, inversión en educación, al desarrollo comunitario y con mucho énfasis en el fortalecimiento de las instituciones públicas”, indicó Maldonado, excanciller guatemalteco.
La carencia de oportunidades de empleo y la inseguridad que se ha disparado ante la falta de "inversión social" en Guatemala son causas de la emigración, explicó.
Cifras oficiales indican que la pobreza alcanza a 59,3% de los 17 millones de guatemaltecos, mientras que la violencia dejó el año pasado 4.914 muertos, la mitad atribuidos a las temidas pandillas y al narcotráfico.
“La población no emigra, es expulsada producto de una explotación originada por un modelo de desarrollo altamente excluyente que genera pobreza”, comentó Jorge Santos, coordinador de la Unidad de Protección a Defensores de Derechos Humanos de Guatemala (Udefegua).
La pobreza los empuja
La pobreza se afianza “ante la falta de creación de una política pública que genere vida digna”, afirmó.
El experto calculó que cada día unos 400 guatemaltecos intentan abandonar el país.
Según fuentes migratorias guatemaltecas, precisamente la mayor parte de las 94.482 personas que México y Estados Unidos expulsaron a Guatemala en 2018 son originarias de poblados indígenas en el empobrecido occidente del país.
La ex primera dama y candidata socialdemócrata Sandra Torres, primera en las encuestas de intención de voto, subrayó la falta de empleo como un factor de la migración.
"Si no les damos oportunidad de empleo aquí en nuestro país es por eso que se van a Estados Unidos buscando oportunidades", señaló Torres a la prensa.
La candidata, que según proyecciones no podrá alcanzar al menos el 50% de los votos y evitar una segunda vuelta, manifestó que su plan de gobierno “básicamente” se enfoca en mejorar la economía para que “tenga impacto en el bolsillo” de las familias y “tengan una mejor calidad de vida”.
No obstante, para la activista Carol Girón, “los esfuerzos que hay alrededor de atender las causas de la migración todavía son incipientes y realmente muy limitados”.
Girón, directora de programas de la Asociación Misioneros de San Carlos Scalabrinianos en Guatemala, que acompaña a migrantes, explicó que para atacar el origen de la migración irregular, el próximo gobierno debe apostarle a la lucha frontal contra la corrupción.
Las personas “se ven obligadas a migrar al carecer de servicios de educación y salud”, minados por la corrupción, puntualizó la experta.
El siguiente presidente debe asumir el próximo 14 de enero para un periodo de cuatro años, relevando a Jimmy Morales, un excómico de televisión de 50 años que arrastra acusaciones de financiamiento electoral ilícito en su campaña del 2015.
“La corrupción tiene una incidencia altísima en los flujos migratorios porque está tan profunda y crónicamente enraizada que impide la inversión social”, coincidió Santos.