Aragua. Más de 11.000 militares y policías de Venezuela tomaron la madrugada de este miércoles la cárcel de Tocorón, centro de operaciones de la banda Tren de Aragua, que opera en varios países de América Latina.
Tras la “Operación de liberación Cacique Guaicaipuro”, el centro penitenciario Tocorón (Aragua, norte) “pasará a un proceso de reestructuración y será desalojado por completo”, señaló el gobierno en un comunicado.
“Se desplegaron más de 11.000 efectivos calificados, dispuestos a restituir y dignificar el sistema penitenciario nacional”, informaron las autoridades más temprano.
Durante la operación, “fue desmantelado un centro de conspiración y delito, usado por una red criminal internacional contra la población venezolana”.
“Este penal está totalmente tomado, y la infraestructura está completamente liberada”, dijo el general Remigio Ceballos, ministro de Interior y Justicia, en declaraciones transmitidas por la televisión estatal VTV. “En estos espacios reinaba el delito”, añadió.
Los reclusos están siendo trasladados a uno de los 85 centros penitenciarios del país, recalcó el funcionario.
Un centenar de familiares de reclusos, muchos de los cuales vivían en el penal y fueron desalojados, se mantenían a las puertas del lugar a la espera de “noticias”.
“Estoy esperando que me informen adónde llevan a mi esposo. No tengo noticias (...). Yo vivía allí, pero nos sacaron”, declaró Gladys Hernández. “Tengo miedo de que no salgan vivos”, expresó por su parte Rubieles Mejías, quien tiene una relación sentimental con otro de los presos.
“Garantizamos los derechos humanos de los privados de libertad”, subrayó Ceballos mientras mostraban imágenes de presos dispuestos en hileras y sentados en el suelo, la mayoría con las manos esposadas.
Desde Tocorón opera la banda Tren de Aragua, cuyos tentáculos se expandieron por varios países de la región.
El penal, donde se construyó una piscina, un campo de béisbol, un zoológico e incluso una discoteca de lujo, además de una especie de ciudadela, era controlado con total impunidad por este grupo criminal dedicado al secuestro, la extorsión y otros delitos.
Videos divulgados en redes sociales muestran a mujeres y niños en el interior del recinto, desde donde salían columnas de humo.
El gobierno anunció en un tercer comunicado la ejecución de una “segunda fase” de la operación para la “búsqueda y captura” de “delincuentes fugitivos”, sin precisar el número de presos que se fugaron durante el operativo de las fuerzas de seguridad.
Presión internacional
“Era algo que podía pasar en cualquier momento”, dijo Roanna Rísquez, periodista especializada en la banda Tren de Aragua.
Según una investigación de Rísquez, la banda cuenta con 5.000 miembros en Sudamérica.
Este operativo habría sido activado por la presión de países de la región como Colombia, Chile y Perú “que denunciaron la presencia de un grupo armado como el Tren de Aragua operando en sus territorios de una manera impune”, estima la investigadora.
Desde estos países han identificado que esta banda criminal dirige sus operaciones desde la prisión de Tocorón, por lo que “exhortaron al gobierno de Venezuela a tomar medidas”.
“En el afán que tiene el presidente Maduro por legitimar su gobierno internacionalmente este era un paso importante porque tuvo estos señalamientos muy específicos, para mí esta es la principal razón por la cual se está dando esta intervención”, observó la investigadora.
El Tren de Aragua surgió en 2014, operando en actividades mafiosas “clásicas”: secuestros, robos, drogas, prostitución y extorsión, pero más tarde se expandieron a la explotación ilegal de oro.
Los miembros de la banda reciben órdenes de cabecillas recluidos en Tocorón, conocidos en la jerga carcelaria como “pranes”.
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“Caos penitenciario”
Durante la requisa las autoridades detectaron un sistema de túneles. “Impedimos una fuga masiva”, sostuvo Ceballos, que indicó, no obstante, que mantienen la búsqueda de un número indeterminado de fugados.
Efectivos de seguridad, constató un equipo de la AFP, sacaban de la cárcel motos, televisores, aires acondicionados, microondas y bolsas. “¡Eso es nuestro!”, gritaban las mujeres que esperaban a las afueras del penal.
Desde hace años el control de Tocorón lo tenían los “pranes”, encabezados por Héctor Guerrero Flores, conocido como ‘Niño Guerrero’, condenado a 17 años de prisión por múltiples homicidios y tráfico de drogas, entre otros delitos, destacó Carlos Nieto, coordinador de la ONG defensora de los derechos de los reclusos Una Ventana por la libertad.
“Con esta acción el gobierno está reconociendo el caos penitenciario que vivimos y lo negligente que es en solucionarlo, especialmente en este recinto”, aseguró Nieto en una comunicación enviada a la prensa.
Señaladas por denuncias de precarias condiciones, las cárceles de Venezuela tienen una sobrepoblación por encima del 50%, según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).