Roma. El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, propuso este lunes en Trípoli la creación de centros de gestión de migrantes al sur de la frontera Libia, para impedir que intenten cruzar el Mediterráneo, donde cientos de ellos aguardan en una situación incierta.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el vice primer ministro libio del Gobierno de Unidad Nacional (GNA), Ahmed Meitig, Salvini indicó que Italia iba a proponer la instalación de “centros de acogida e identificación” en el sur de Libia durante el Consejo Europeo del jueves y viernes en Bruselas.
“Apoyaremos, de común acuerdo con las autoridades libias, instaurar centros para recibir e identificar (migrantes) al sur de Libia, en su frontera externa, para ayudarlo, tanto como a Italia, a bloquear la migración”, afirmó el ministro y líder de la Liga (extrema derecha).
Por su parte, Meitig indicó que su país “rechaza categóricamente la instalación de campos para migrantes en Libia” y afirmó haber invitado a los países europeos de la cuenca mediterránea, a través de Italia, a participar en una cumbre sobre inmigración en septiembre en Trípoli.
Salvini también se reunió con el presidente del GNA, Fayez al Sarraj, y el ministro del Interior libio, Abdesalam Ashur.
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Casi 1.000 migrantes fueron rescatados el domingo frente a las costas libias, informaron este lunes las fuerzas navales libias. En las imágenes que se tomaron en el momento de su desembarco en Trípoli, se ve a cientos de ellos con la cabeza gacha, gesto serio y visiblemente agotados, poco que ver con las sonrisas que suelen mostrar cuando los barcos que los rescatan los llevan a Italia.
Otros cientos de migrantes seguían este lunes a la espera frente a las costas de Malta y Sicilia.
Unas 108 personas se encontraban a bordo del buque danés “Alexander Maersk”, a varias millas náuticas del puerto siciliano de Pozzallo, donde la tripulación esperaba las órdenes de las autoridades marítimas italianas sobre qué hacer con los pasajeros.
De igual forma para el navío de la organización alemana Lifeline, frente a las costas de Malta y con 234 migrantes a bordo.
Tanto Malta como Italia rechazan recibir a los migrantes que se encuentran en sendos barcos, en conformidad con la línea dura adoptada por le gobierno italiano, y su hombre fuerte, Salvini, desde su llegada al poder el 1°. de junio.
Salvini reafirmó este lunes que el “Lifeline” no podrá atracar en un puerto italiano. “Reafirmamos que será acogido en un puerto que no será italiano”, dijo a la prensa en Trípoli.
Al ser preguntado sobre su propuesta de crear centros de gestión de migrantes al sur de Libia, Salvini indicó que “esta semana” habrá “una misión técnica con participación de Italia que involucrará a Níger, Mali, Chad y Sudán”. “Hay que implicar a estos países y, para involucrarlos, se necesita una acción fuerte de la UE”, añadió.
Otros dos barcos humanitarios, el Aquarius, de la organización francesa SOS Méditerranée, y el “Open Arms”, de la española Pro Activa, se encontraban este lunes frente a las costas libias, pero sin posibilidad de intervenir, ya que los guardacostas libios no lo solicitaron.
Son ellos quienes tienen la potestad de decidir sobre las operaciones de rescate frente a sus costas, después de que las autoridades marítimas italianas, otrora coordinadores principales de los rescates, les cedieron esta responsabilidad.
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“Dejen a las autoridades libias hacer su trabajo de rescate, de recuperación y de repatriación [de los migrantes] hacía sus países, como hacen desde hace tiempo, sin que los navíos de las ávidas oenegés las molesten o causen problemas”, había declarado el domingo Salvini.
La cuestión de la acogida de migrantes fue abordada el domingo en Bruselas en una minicumbre dirigida a intentar apaciguar las tensiones en el seno de la Unión Europea frente al desafío migratorio. La reunión concluyó sin avances concretos.
España y Francia habían propuesto el sábado “centros cerrados” en las costas europeas, principalmente en Italia, para gestionar la llegada de migrantes desde el mar Mediterráneo. Pero Salvini criticó la propuesta.
”¿Puntos de acogida en Italia? Eso sería un problema para nosotros y para la propia Libia, porque los flujos de la muerte no se interrumpirán”, dijo Salvini en su cuenta de Twitter tras su encuentro con el ministro libio del Interior, Abdesalam Ashur.
“El único medio para obstaculizar realmente los intereses criminales de los traficantes y evitar los viajes de la muerte es impedir que los barcos zarpen”, añadió en un comunicado.