Roma. El presidente italiano, Sergio Mattarella, dio a los partidos hasta el martes para pactar una nueva mayoría parlamentaria que permita formar gobierno, luego de la caída del gobierno de coalición del movimiento antisistema M5S con la ultraderechista Liga.
“Esta crisis hay que resolverla en poco tiempo”, advirtió Mattarella, que dio el plazo luego de dos días de consultas con los representantes de todas las agrupaciones políticas.
“El martes realizaré nuevas consultas y tomaré las decisiones necesarias”, afirmó. Solo dará luz verde a un ejecutivo “capaz de obtener la confianza” del parlamento, advirtió.
En menos de cuatro días, el M5E, primera fuerza en el Parlamento con el 32% en las legislativas del 2018, y que según los sondeos se ha fuertemente desgastado en 14 meses al poder, deberá pactar la posibilidad de formar un gobierno progresista con el Partido Democrático, de centro izquierda, con tintes reformistas.
“Hace pocas horas iniciamos una serie de conversaciones para intentar formar una mayoría sólida”, anunció Luigi Di Maio, líder de la formación, al término de un encuentro con Mattarella, árbitro de la crisis según las normas de la Constitución.
10 puntos
Di Maio enumeró 10 puntos de un eventual programa de gobierno como base de las negociaciones, entre ellos la defensa del medio ambiente y una serie de reformas del sector de la justicia, el trabajo y el Parlamento.
El movimiento, que nació del rechazo de la vieja casta política y contra la corrupción, cuenta con varias corrientes dispares, de izquierda y de derecha, incluida una fuerte de tendencia euroescéptica.
Sin embargo, formar una coalición tan extensa y hacerla durar va a ser una tarea dura y llena de dificultades, más aún que dure casi cuatro años.
Mattarella concluyó su ronda de dos días consultas en el Palacio del Quirinale con los representantes de todas las agrupaciones políticas, tras lo cual anunciará si hay condiciones para formar un gobierno, designar a la persona o convocar elecciones anticipadas.
El Partido Demócratico (izquierda), con aproximadamente el 20% de las intenciones de voto, propuso una alianza con el M5E, tras el divorcio con Salvini el 8 de agosto.
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El líder del PD, Nicola Zingaretti lanzó un "gobierno para el cambio", "fuerte" y "sólido", con un programa nuevo, aunque aclaró que en caso de que no sea posible formarlo, habría que optar por las urnas.
Zingaretti advirtió que entre las condiciones fijadas para una alianza con los antisistema figura que se confirme la "vocación europea" de Italia.
La derecha quiere elecciones
La posibilidad de un gobierno basado en una alianza entre el PD y el M5E, apoyado por otras pequeñas fuerzas de izquierda e independientes, ha sido condenada sin titubeos por las fuerzas de derecha y centro-derecha.
Salvini reiteró ante el presidente su demanda de elecciones inmediatas y al mismo tiempo, ofreció una nueva alianza al M5E, una propuesta que sorprendió y al mismo tiempo fue considerada poco creíble.
"El camino real no puede ser el de los juegos de poder, las maniobra del palacio. Son las elecciones", dijo tras acusar a las fuerzas políticas de montar un frente "anti-Salvini y anti-Liga".
La líder del pro-fascista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, pidió al presidente elecciones legislativas inmediatas como "la única salida posible y respetuosa".
Meloni desea una alianza con Salvini y el partido Forza Italia de centro derecha del multimillonario Silvio Berlusconi, que según los sondeos alcanzaría un abrumador 50% de los votos en caso de elecciones.
"La salida sabia son las elecciones anticipadas", afirmó por su lado Berlusconi tras el encuentro con el presidente.
El magnate, que ha perdido mucho consenso y podría prácticamente desaparecer políticamente, tildó de "peligroso" la posibilidad de un ejecutivo de izquierdas, con impuestos a las propiedades y al ahorro.
La posibilidad de elecciones anticipadas en octubre preocupa a la tercera economía de la zona del euro, fuertemente endeudada y que debe preparar su delicado presupuesto para 2020 y que además debe tomar medidas imperativas para evitar un aumento automático del impuesto al valor agregado (IVA) el próximo año.
El primer objetivo es frenar el avance de los ultraderechistas de Salvini, conjurar su llegada al poder y el fortalecimiento de sus aliados en Europa, como la francesa Marine Le Pen.
El PD además adelantó que no acepta como candidato a la jefatura del gobierno a Giuseppe Conte, quien salió íntegro de la crisis.
Para dirigir un gobierno con un tinte más rojo, de izquierdas y claramente proeuropeo, circulan varios nombres entre ellos el ex juez anticorrupción Raffaele Cantone y la magistrada de la Corte Constitucional, Marta Cartabia, quien sería la primera mujer en la historia de Italia que llegaría a ser primer ministro.