Tel Aviv. Decenas de miles de israelíes se manifestaron el sábado en Tel Aviv y cerca del parlamento en Jerusalén para reafirmar su oposición a una controvertida reforma judicial que enfrenta una votación crucial en los próximos días.
Esta reforma, impulsada por el gobierno de Benjamin Netanyahu, divide profundamente a Israel, que vive desde enero uno de los movimientos de protesta más largos de su historia.
Los manifestantes de Tel Aviv corearon lemas a favor de la democracia, en esta 29ª jornada consecutiva de movilización.
“El gobierno no nos escucha y eso significa que estamos entrando en una nueva época, una época mala”, dijo Idit Dekel, de 55 años, que trabaja en en sector de la alta tecnología.
Según el gobierno, la reforma permitirá, entre otras cosas, reequilibrar los poderes, reduciendo las prerrogativas de la Corte Suprema, que el Ejecutivo considera politizadas, en beneficio del Parlamento.
Pero sus críticos creen que la reforma corre el riesgo de abrir el camino a una deriva antiliberal o autoritaria de un gobierno que es el más derechista de la historia de Israel, con figuras ultranacionalistas y ultrarreligiosas.
A partir del mediodía del domingo la Knéset (parlamento) debatirá sobre una medida de la reforma, destinada a anular la posibilidad de que el poder judicial decida sobre la "razonabilidad" de las decisiones del gobierno.
Esta cláusula se votará en segunda y tercera lectura. Si se aprueba, será el primer componente importante de la reforma judicial propuesta para convertirse en ley.
Para presionar a los diputados, miles de manifestantes se concentraron el sábado por la noche frente a la Knéset y a la Corte Suprema en Jerusalén, después de haber recorrido los aproximadamente 65 kilómetros entre Tel Aviv y la Ciudad Santa.
"Este gobierno es un gobierno extremista y religioso y esperamos derribarlo lo antes posible", afira Guy Maidan, que participó en esta marcha de varios días con su familia.
Otras medidas de la reforma están causando el descontento de los manifestantes, como la que modifica el proceso de nombramiento de jueces, ya adoptada por los diputados en primera lectura.
Los críticos de Netanyahu lo acusan de querer usar esa reforma con el objetivo de atenuar un eventual veredicto de culpabilidad en denuncias de corrupción en su contra.
Amenazas de reservistas
Más de 1.100 reservistas de la Fuerza Aérea israelí amenazaron con suspender su servicio de voluntariado si el parlamento aprueba la cuestioanada reforma.
Cualquier legislación aplicada de manera "irrazonable" "comprometería mi voluntad de seguir arriesgando mi vida y me obligaría, con gran pesar, a suspender mi servicio de reserva voluntario", afirma una declaración respaldada por 1.142 reservistas, entre ellos 235 pilotos de combate, 173 operadores de drones y 85 soldados de unidades de comando.
Netanyahu afirmó el jueves que su puerta estaba "abierta" para negociar con la oposición, después de que una comisión parlamentaria aprobara una de las principales medidas del cuestionado proyecto de reforma judicial.
El presidente estadounidense, Joe Biden, instó el miércoles a Netanyahu a buscar “consenso” y a “no precipitarse” con las reformas del sistema judicial.