Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inculpado por corrupción en tres casos distintos, anunció el martes que retiraba su petición de inmunidad tan solo una hora antes del voto en el Parlamento sobre esta cuestión.
Netanyahu, quien se juega su futuro político en las elecciones del 2 de marzo, retiró su demanda, justo antes de una sesión parlamentaria, desde Washington, donde este martes presentará el plan de paz estadounidense para Oriente Medio.
El primer ministro, que el lunes se reunió con “su amigo” el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que el proyecto de paz estadounidense es “histórico”.
Sin embargo, ya fue rechazado por los palestinos, que cortaron sus relaciones con la administración Trump tras varias decisiones consideradas favorables a Israel.
El plan podría servir de apoyo a Netanyahu en su campaña de las elecciones legislativas de marzo, igual que su decisión de retirar su demanda de inmunidad, muy criticada en los medios y que tenía pocas posibilidades de terminar con éxito porque no tiene mayoría en el Parlamento.
“Informé al presidente del Parlamento de que retiraba mi petición de inmunidad. Más tarde, desmentiré las acusaciones ridículas (...) formuladas en mi contra”,expresó en un comunicado el jefe de Gobierno.
“Pero, de momento, no dejaré que mis adversarios políticos utilicen esto para enturbiar el proceso histórico que estoy liderando”, añadió.
El primer ministro fue inculpado en noviembre por corrupción, malversación y abuso de confianza en tres casos.
La ley israelí determina que un ministro inculpado tiene que dimitir, pero no se aplica al primer ministro. Aunque puede mantenerse en el cargo, Netanyahu no tiene inmunidad frente a la Justicia, por eso la había pedido a principios de enero al Parlamento.
El primer ministro esperaba una victoria en las elecciones de marzo para obtener una mayoría y protegerse de la Justicia.
Pero los partidos de oposición convencieron a una mayoría de diputados que examinaran su demanda de inmunidad antes de las elecciones, un voto crucial que Netanyahu se arriesgaba a perder.
El jefe del Gobierno, de 70 años, rechaza las acusaciones y denuncia un “golpe de Estado” jurídico para poner fin a su carrera, la más larga de la historia de Israel con casi 14 años el poder, los diez últimos años sin interrupción.
‘Juego dañino’
“Como no tuve un juicio equitativo, como todas las reglas de la Knéset (Parlamento) fueron ultrajadas (...) decidí no dejar que continuara este juego dañino”, alegóNetanyahu el martes.
Su principal rival en las votaciones legislativas, el exjefe militar Benny Gantz, volvió de madrugada desde Washington, donde habló con Donald Trump de su proyecto para Oriente Medio de participar en la sesión parlamentaria que iba a estudiar y votar la demanda de inmunidad.
“Los ciudadanos israelíes tienen una elección clara: un primer ministro que trabajará para ellos o un primer ministro ocupado con él mismo”, manifestó Gantz.
"Nadie puede dirigir un país y gestionar al mismo tiempo tres graves acusaciones de corrupción, malversación y abuso de confianza", añadió.
“El acusado Netanyahu tiene que abandonar inmediatamente la política, ocuparse de sus problemas penales y dejar que nos ocupemos de Israel”, opinó -por su parte- Nitzan Horowitz, el jefe del partido de izquierda Meretz.
Tras retirar su demanda de inmunidad, los procesos judiciales contra Netanyahu podrían acelerarse y empezar incluso antes de las legislativas del 2 de marzo, según la prensa israelí.