Managua. Nicaragua pone fin a más de dos décadas de relaciones diplomáticas con Taiwán tras reconocer que, para el gobierno de Daniel Ortega, “en el Mundo existe una sola China” dirigida por Pekín, en momentos que el país es objeto de sanciones por Estados Unidos.
Nicaragua “rompe a partir de hoy las relaciones diplomáticas con Taiwán y deja de tener cualquier contacto o relación oficial”, aseguró el canciller, Denis Moncada, en una declaración oficial.
“La República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es parte inalienable del territorio chino”, añadió.
La decisión llega en un momento de creciente tensión entre China y Estados Unidos por Taiwán, pero también tras el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra Ortega, que fue reelecto en noviembre para un cuarto mandato consecutivo con la mayoría de sus rivales presos.
Este mismo jueves, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió sobre “desafíos continuos y alarmantes” para la democracia en el mundo, durante una cumbre en la que fue anfitrión y en la que no convidó a China, a la que califica como una autocracia.
Por el contrario, sí invitó a Taiwán, una isla gobernada separadamente de China desde 1949, cuando al fin de la guerra civil se refugió allí el gobierno nacionalista derrotado por los comunistas.
El gobierno de Taiwán reaccionó casi de inmediato a la decisión de Managua con “sincero dolor y pesar por la decisión unilateral de Nicaragua de romper relaciones diplomáticas” con Taipéi, indicó el ministerio de Asuntos Exteriores de la isla.
El sociólogo y economista Oscar René Vargas estimó que esta ruptura se produce como efecto de las sanciones de Estados Unidos a Nicaragua, por las cuales Ortega, al verse aislado, busca el “apoyo político de China”.
El mandatario de 76 años, según Vargas, quiere con esta movida diplomática acercarse “a Rusia y China, en la creencia de que ese es un paraguas y que le permite tener un espacio internacional, al menos en Naciones Unidas”.
Tras esta ruptura de relaciones, a Taiwán le quedan Honduras, Guatemala y Belice como aliados en Centroamérica.
No obstante, la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, dijo durante su campaña que abriría relaciones con China continental -en contraste con el presidente saliente Juan Orlando Hernández, quien visitaba Taipéi antes de las elecciones para reafirmar su compromiso con la isla.
Tras la victoria de Castro el 28 de noviembre, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, confió en Twitter en que su par hondureña opte por “profundizar los vínculos tradicionales que siempre han unido Taiwán y Honduras”.
Relaciones fluidas
Taiwán había mantenido hasta ahora una fluida cooperación con Nicaragua en campos como la salud, agricultura, tecnología y proyectos sociales, principalmente de vivienda.
Varias empresas de maquila de origen taiwanés operan y generan empleo en el país desde finales de la década de 1990.
El balance comercial entre Nicaragua y Taiwán supera los 100 millones de dólares, con productos como café, mariscos, azúcar y carne de bovino, según datos de medios afines al gobierno.
La isla también fue un apoyo importante de Managua tras el azote de los huracanes Eta e Iota hace un año en el Caribe, así como durante la pandemia del covid-19.
El embajador de Taiwán Jaime Chin Wu-Mu culminó su misión en Managua el 12 de noviembre y fue distinguido por las autoridades nicaragüenses.
Al llegar al poder en el 2007, el exguerrillero Ortega del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) había expresado su deseo de establecer relaciones con China y Taiwán al mismo tiempo, “sin condiciones excluyentes”.
Pero China exige a sus aliados diplomáticos que no mantengan lazos oficiales con Taiwán.
Durante el primer gobierno sandinista (1979-1990), Nicaragua estableció relaciones con China (1985), pero éstas fueron suspendidas durante la administración de la expresidenta Violeta Chamorro (1990-1997), quien a su vez estableció lazos con Taiwán que se habían mantenido de forma ininterrumpida hasta la fecha.
Los otros miembros de Naciones Unidas con los que mantiene relaciones son Paraguay, en Sudamérica; Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, en el Caribe; Islas Marshall, Nauru, Palau, Tuvalu, de Oceanía; y Eswatini, en África.