Caracas. El partido de gobierno en Venezuela eligió este sábado “por aclamación” al presidente Nicolás Maduro como candidato a la reelección en los comicios del próximo 28 de julio.
“El Partido Socialista Unido de Venezuela -PSUV-, desde sus bases, decidió por aclamación, por consenso, que el candidato de la Revolución Bolivariana es Nicolás Maduro”, dijo en un acto político el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, al entregar una bandera de la agrupación política al mandatario, que buscará un tercer mandato.
“Aquí está su partido, el partido del comandante (Hugo) Chávez”, agregó dirigiéndose al gobernante.
¿Pero quién será su contrincante? La oposición se encuentra en una encrucijada tras la exclusión de la candidata que podía competir con éxito.
Más de cuatro millones de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por Maduro, decidieron postular al mandatario de 61 años para un tercer mandato de seis años en las elecciones del 28 de julio.
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Este acto se considera una formalidad, dado que Maduro está en campaña desde hace semanas, incrementando sus apariciones públicas, algo que hasta hace poco era poco común. Como heredero del difunto Hugo Chávez, ambos gobernaron Venezuela durante un cuarto de siglo bajo el régimen socialista.
Por su parte, la oposición se apresura a definir un candidato que pueda enfrentarse al inminente rechazo oficial de la candidatura de María Corina Machado, líder en las encuestas pero inhabilitada para ejercer cargos públicos. A pesar de esto, la candidata de centroderecha descarta abandonar el proceso por el momento y continúa en campaña.
Colapso económico y sanciones
El chavismo cumplió en febrero 25 años en el poder, los últimos 11 bajo el liderazgo de Maduro tras la muerte de Chávez en 2013.
“Sé que hemos pasado momentos difíciles, pero lo que viene, de aquí al 2030, es progreso”, prometió el jueves en un acto político en Carúpano, estado Sucre, este.
Su presidencia estuvo marcada por denuncias de violaciones de derechos humanos, sanciones internacionales, el colapso de la economía —el PIB se contrajo 80% en una década— y la migración de más de siete millones de personas huyendo del hambre y la pobreza.
También neutralizaron cualquier amenaza a su poder, como la llamada presidencia interina de Juan Guaidó, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, y ahora a Machado, a quien el gobierno acusa de corrupción y de solicitar una invasión extranjera, aunque ella lo niega.
La reelección de Maduro en 2018 fue tachada de “fraudulenta” por la oposición, que boicoteó los comicios, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, quienes impusieron una batería de sanciones para intentar, sin éxito, sacarlo del poder.
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‘Forzar errores’
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la invitación a misiones de observación de la Unión Europea y otros actores, aunque hasta el momento no realizó una invitación formal.
La inscripción de candidatos se fijó del 21 al 25 de marzo, lo que deja poco margen de maniobra para la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria, que además podría perder su papeleta electoral tras una demanda de veto ante la Corte Suprema.
El gobierno busca provocar errores por parte de la oposición y la comunidad internacional, especialmente controlando los tiempos del calendario electoral, explicó a esta agencia Mariano de Alba, asesor senior del International Crisis Group.
“No veo claro que la oposición pueda retener su competitividad si toma las decisiones cruciales que tiene por delante a última hora”, añadió. “Si eso sucede, el gobierno podría tener un panorama electoral más sencillo e incluso podría darse el lujo de hacer concesiones adicionales”.
‘Dama de hierro vs. Súperbigote’
Machado arrasó en octubre pasado en las primarias opositoras y, según coinciden las encuestas, derrotaría a Maduro por un amplio margen si pudiera participar.
Descartó abandonar la campaña, pese a que cuatro miembros de su equipo ya fueron detenidos, y asegura que mantendrá su ocupada agenda de giras por el país, en las que congrega a miles de seguidores.
“La Dama de hierro versus Súperbigote. A ese es a quien vamos a derrotar”, dijo Karín Rodríguez, un albañil de 58 años en el estado Carabobo (centro-norte).
Hizo referencia a un apodo de Machado y al dibujo animado de propaganda que muestra al mandatario como un superhéroe en la televisión estatal.
“Y si ella no puede ir a las elecciones, votaremos por quien ella diga”.