Laconia, Estados Unidos. Nueve meses antes del inicio de las primarias partidarias para las elecciones del 2024 en Estados Unidos, Nikki Haley, exembajadora de Donald Trump ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), redobla esfuerzos, al igual que otros republicanos poco conocidos, para recortar la enorme ventaja del exmandatario en las encuestas.
Con los reveses legales de Trump en aumento, los estadounidenses se preparan para un desfile de contendientes que se posicionan como alternativas más moderadas y menos impredecibles que el expresidente de 76 años que busca volver a la Casa Blanca.
Haley, de 51 años, hija de inmigrantes indios y exgobernadora de Carolina del Sur, realizó el viernes su tercer acto político en tres días, en Laconia, una localidad del estado de New Hampshire (noreste) de unos 16.000 habitantes.
"Siempre me han subestimado, en todo lo que he hecho. Y es una bendición porque eso me hace combativa y me hace trabajar más", arengó Haley frente a unas 150 personas, con un suéter con la leyenda "La que se atreve a ganar".
Sin embargo, como la mayoría de los potenciales candidatos republicanos —el senador Tim Scott, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, los empresarios Vivek Ramaswamy y Perry Johnson—, Haley no despega en las encuestas, en las que marca entre un 1% y un 5%.
Algo nada sorprendente para votantes de Trump como Sandra LaRose, una oficinista de 58 años con la que se conversó en una cafetería en Manchester, una ciudad a unos 70 km de Laconia.
Los partidarios de Haley y de otros aspirantes a la nominación presidencial republicana "ven las cosas a través de lentes color de rosa", dijo LaRose frente a un plato de tocino y croquetas de patata. "Pero si les quitas esos anteojos, ¿tiene ella realmente lo que se necesita para liderar"?
Tal como están las cosas, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 44 años, parece estar en la mejor posición para desafiar a Trump en la carrera por la nominación presidencial del "Grand Old Party" (GOP, o Gran Partido Antiguo, el nombre del partido republicano).
Aunque no es oficialmente candidato a la Casa Blanca, esta figura de la derecha dura está presente en el debate público, tanto por su enfrentamiento con el gigante del entretenimiento Disney como por su proclamada lucha contra el "wokismo", un término usado por los conservadores para describir al progresismo que según ellos se excede en la corrección política y la conciencia social y/o racial.
Aún así, la ventaja nacional de Trump en los sondeos oscila entre 20 y 46 puntos porcentuales, algo de lo que se jactó el jueves durante su propio mitin en New Hampshire, donde sugirió que ni siquiera había necesidad de debatir con sus rivales por la nominación.
"¿Por qué uno haría algo así?", dijo entre risas.
‘¿No lo suficientemente fuerte?’
Si bien los potenciales contendientes republicanos dicen que aspiran a la nominación presidencial del partido, para algunos votantes, como Sara Mack, simplemente buscan ser compañeros de fórmula de Trump.
Su única ventaja es ser un poco menos caóticos que Trump, explicó esta mujer de 75 años, entrevistada durante el mitin de Trump.
Mack reconoció las credenciales de política exterior de Haley, pero consideró que "ella no es lo suficientemente fuerte como para ir contra Irán, Corea del Norte, Putin y China", y reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin. "Trump sí lo es", aseguró.
En el acto en Laconia, Haley, quien se presentó como líder de la "nueva generación", dijo que ella era cualquier cosa menos blanda. "En la ONU nos quitamos el cartel de 'Patéame' de nuestras espaldas. Fuimos respetados nuevamente", afirmó entre aplausos.
Con una camiseta de la campaña de Haley, Erica, una militar oriunda de New Hampshire de 27 años que se negó a dar su apellido, dijo que piensa que "hay mejores alternativas" para los republicanos. "No creo que sea imposible vencer a Trump", sostuvo.
Sin embargo, para Brendan Florio, un vendedor de autos de Laconia que fue a escuchar a Haley, "va a ser difícil para cualquiera que se interponga en su camino", en referencia a Trump.
“Y esa es probablemente una de las razones por las que DeSantis se está absteniendo de participar en la carrera”, agregó. “¿Por qué querría someterse a eso si no tiene chance?”