Baton Rouge, Estados Unidos
Las inundaciones en el estado de Luisiana, al sur de Estados Unidos, provocaron hasta ahora la muerte de ocho personas y la evacuación de otras 30.000, obligando al presidente Barack Obama a declarar el estado de catástrofe natural.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, afirmó que inundaciones "sin precedentes" obligaron a socorrer a más de 30.000 personas, unas 8.000 están en refugios, especialmente en Baton Rouge y sus alrededores.
Además, unas 40.000 viviendas resultaron total o parcialmente anegadas y muchas se quedaron sin energía.
El gobernador Edwardws señaló que "aún hay mucha gente que está sufriendo", incluidos unos 34.000 clientes que siguen sin electricidad bajo este calor y esta humedad estivales.
Mientras las aguas bajaban en algunas partes del sur del estado, en otras áreas el nivel de las aguas subía.
El Servicio Nacional Meteorológico renovó las alertas de inundaciones, ya que el nivel del agua en varios ríos seguía alto hasta este martes, por lo que se prevé que a partir del miércoles desciendan, ante la disminución de lluvias.
Las lluvias torrenciales, que comenzaron el viernes, alcanzaron los 50 centímetros en algunos sectores.
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Emergencia. El presidente Obama declaró el estado de catástrofe natural, que permite otorgar fondos federales de emergencia para financiar la ayuda a las víctimas.
Las espectaculares imágenes del rescate de una mujer y su perro dieron la vuelta al mundo. Los rescatistas abrieron un boquete en el techo de un descapotable, prácticamente sumergido bajo el agua, de donde sacaron a una mujer.
Sin dar cifras exactas, el gobernador Edwards afirmó que "miles" de viviendas quedaron dañadas. También aseguró que los socorristas habían rescatado a centenares de animales.
Según la Guardia Nacional de Luisiana, cerca de 1.700 militares habían sido movilizados ante esta emergencia climática.
Los soldados —en botes, helicópteros y vehículos altos para agua— distribuyeron unos 600.000 sacos de arena y miles de botellas de agua y de raciones de alimentos.
La Cruz Roja estadounidense también movilizó a un gran número de voluntarios, quienes organizaron colectas para las víctimas de las inundaciones y recogieron víveres, aguas o mantas.
Si este diluvio recordó a los habitantes de Luisiana el desastre del huracán Katrina, que provocó la muerte de 1.800 personas en el 2005, los californianos también estaban llamados a recordar una tragedia.