Moscú. El opositor ruso Alexéi Navalni denunció el lunes estar encarcelado en un “campo de concentración”, en un mensaje en su cuenta de Instagram.
"Hay que reconocer que el sistema penitenciario ruso ha conseguido sorprenderme. Yo no creía que se pudiera construir un campo de concentración a 100 km de Moscú", escribió el militante.
Navalni cumple una pena de dos años y medio de prisión en el centro penitenciario número 2 en la periferia de la ciudad de Pokrov.
Su mensaje va acompañado de una antigua foto suya, sin fecha, que lo muestra con el cráneo afeitado.
"Tres cosas me siguen sorprendiendo: el cielo estrellado sobre nosotros, el imperativo categórico en el fondo de cada uno, y la increíble sensación de pasar la mano por su cráneo recién afeitado", dijo el opositor de 44 años.
Añadió que sus hechos y gestos son grabados por cámaras: “Todo el mundo está bajo vigilancia y la menor infracción da lugar a un informe”.
Desde hace varios días, los abogados de Navalni intentaban localizar en qué lugar estaba detenido, desde que fue trasladado a finales de febrero, tras su condena en apelación.
La prisión en la que se encuentra ha sido descrita como particularmente dura por varios exdetenidos.
El opositor Konstantín Kotov, quien pasó allí más de un año, afirmó que los reos de ese centro apenas tienen tiempo libre y que están prácticamente aislados del mundo exterior.
Navalni fue detenido en enero a su regreso a Moscú, tras haber pasado cinco meses recuperándose en Alemania de un intento de envenenamiento, del que acusa al Kremlin.
Es objeto de varios casos judiciales, que él considera motivados políticamente, y ha sido condenado por un caso de fraude que databa del 2014.
Herencia del Gulag
Lejana herencia del Gulag, esta cárcel es parte hoy de los 684 campos de trabajo que reciben a 393.000 presos en Rusia.
El lunes, Alexéi Navalni afirmó que no ha sufrido violencia por ahora.
Pero agregó que cree en los relatos que hablan de abusos al observar “la actitud tensa de los detenidos cuando se ponen firmes y temen mover un poco la cabeza”.
Navalni cayó en coma súbitamente en agosto pasado durante una gira electoral en Siberia. Tras su evacuación de urgencia en Alemania, tres laboratorios europeos consideraron que el opositor fue envenenado con ayuda de Novitchok, un tóxico creado en la época soviética.
El opositor y sus allegados acusan desde entonces a un equipo de los servicios de seguridad rusos (FSB) de estar tras este envenenamiento por orden de Vladimir Putin, lo que las autoridades rusas desmienten.
La detención de Navalni provocó importantes manifestaciones en Rusia, a las que las autoridades respondieron con más de 11.000 detenciones. La UE y Estados Unidos exigen la “liberación inmediata” de Navalni.
Expertos de Naciones Unidas reclamaron una investigación internacional sobre su envenenamiento y la Unión Europea (UE) y Estados Unidos sancionaron a altos funcionarios rusos en este caso.