Países Bajos. Países Bajos abrió este jueves tres días de elecciones para designar a las autoridades de la Unión Europea, en unos comicios que tienen por principal incógnita medir el vigor de la ultraderecha en el bloque.
Según los primeros sondeos a boca de urna, la alianza formada por Izquierda Verde y el Partido del Trabajo, liderada por el excomisario europeo Frans Timmermans, obtendría ocho escaños, por delante del líder ultraderechista Geert Wilders y su Partido por la Libertad (PVV), con siete.
Las encuestas auguraban una victoria del PVV, que en noviembre obtuvo una sorprendente victoria en las elecciones nacionales y formó una coalición con tres partidos de derecha que promete impulsar la “política de inmigración más dura jamás aplicada” en el país.
Aun así, el PVV registra un avance notorio, pues hasta ahora tenía solo un escaño.
Los resultados definitivos se conocerán el domingo por la noche, cuando concluyan las elecciones en los 27 países de la UE.
La ingeniera Claudia Balhuizen, la primera en votar en uno de los centros electorales neerlandeses, dijo que para ella los temas prioritarios son la educación y las cuestiones climáticas, “porque estamos arruinando el planeta”.
En cambio, la funcionaria Simone Nieuwenhuys, votante del PVV, subrayó su preocupación por el tema de la inmigración.
“Creo que somos demasiado abiertos. Deberíamos ser más críticos respecto a quién dejamos entrar, porque cuesta mucho dinero”, declaró.
Nuevo ciclo político
Alrededor de 370 millones de personas están llamadas a las urnas y los resultados atribuirán los 720 escaños del Parlamento Europeo.
Los eurolegisladores designarán luego a los dirigentes de las otras dos grandes instituciones comunitarias: la Comisión Europea, brazo ejecutivo del bloque, y el Consejo Europeo, que representa a los países.
La actual presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen, es candidata a un nuevo mandato de cinco años, con el apoyo de la bancada del Partido Popular Europeo (PPE), conformada por los partidos de derecha.
Los sondeos proyectan un marcado crecimiento de los partidos de extrema derecha, que podría hacerse con un cuarto de los escaños.
una perspectiva que arroja un manto de incertidumbre sobre el equilibrio político de los próximos cinco años.
Ese porcentaje resulta insuficiente para formar una mayoría, pero convertiría a esa tendencia en un interlocutor insoslayable para alcanzar acuerdos de fondo.
“Si Francia envía una delegación de extrema derecha muy grande, si otros países grandes hacen lo mismo, Europa podría quedar bloqueada”, advirtió el presidente francés de centroderecha Emmanuel Macron.
Según los sondeos, el PPE seguirá teniendo la principal bancada del Parlamento, seguido por el bloque de los Socialistas y Demócratas (S&D, socialdemócratas).
La bancada centrista Renovar Europa y la de los Verdes se perfilan como las más perjudicadas por el fortalecimiento de la extrema derecha.
El equilibrio, bajo amenaza
Si las encuestas se confirman, podría amenazar el equilibrio a tres bandas -entre el PPE, S&D y Renovar Europa- que en los últimos cinco años permitió los grandes acuerdos fundamentales.
Von der Leyen ya abrió la puerta a alianzas puntuales con los sectores de la ultraderecha más proclives a la UE, pero ese escenario dificultaría cualquier entendimiento con los socialdemócratas, los centristas o los verdes.
Las encuestas anuncian una victoria de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia, de los posfascistas Hermanos de Italia, de la jefa de gobierno Giorgia Meloni, y del partido de extrema derecha Fidesz del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
La ultraderecha registraría además avances en Alemania y Polonia.
En España, el conservador Partido Popular espera cumplir con el pronóstico de los sondeos que le dan ventaja sobre el gobernante Partido Socialista de Pedro Sánchez, mientras que la extrema derecha de Vox confía en subir posiciones.
El interés fundamental de los electores está ante todo ligado a las realidades de cada país, pero el denominador común es la preocupación por la inflación y el costo de la vida, la inseguridad y la inmigración.
Varios estudios apuntan a que la guerra en Ucrania también ocupa un lugar destacado entre las inquietudes de los europeos.