París. El anuncio inesperado de una normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos tras un acuerdo negociado por su aliado estadounidense es el fruto de años de una diplomacia oficiosa en el golfo Pérsico.
Egipto y Jordania eran hasta ahora los únicos países árabes que reconocían oficialmente a Israel, mientras que el resto de países se resisten a normalizar sus nexos con las autoridades israelíes, mientras continúe el conflicto con los palestinos.
No obstante, la animadversión común hacia Irán, el movimiento chiita libanés Hezbolá y el islamista de los Hermanos Musulmanes favorecieron el acercamiento entre Israel y los dirigentes del Golfo.
¿Cuáles eran los precedentes?
"Decisión histórica de la parte de Emiratos e Israel de normalizar completamente sus relaciones. Los contactos se producen desde hace años", tuiteó el jueves Brett McGurk, un diplomático estadounidense.
Israel intentó en los últimos años mejorar sus relaciones y establecer una cooperación oficiosa con varios países de la península Arábiga, como Emiratos, Baréin o Arabia Saudí, muy ricos en petróleo y aliados de Washington.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya se había reunido en el 2019 en Mascate con el sultán Qabus de Omán, en un encuentro inédito.
El ministro de Relaciones Exteriores de Baréin, un país muy hostil a Irán, había dicho recientemente que Israel "forma parte del patrimonio de toda la región".
Atletas y dirigentes israelíes ya se habían desplazado en los últimos tiempos a países del Golfo, especialmente a Emiratos, donde había sonado el himno israelí.
¿Qué pasará a partir de ahora? -
El presidente estadounidense, Donald Trump, insinuó el jueves que Israel podría normalizar sus relaciones con otros países árabes. "Pasan cosas de las que no puedo hablar", afirmó.
Para Arabia Saudí, una resolución del conflicto entre israelíes y palestinos parece una condición indispensable para normalizar sus vínculos con Israel.
Sin embargo, las relaciones entre las autoridades saudíes y las israelíes mejoraron en los últimos años, bajo la batuta del joven príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
Arabia Saudí abrió por primera vez su espacio aéreo en el 2018 a un avión que se dirigía a Israel y en febrero el rey Salmán acogió en Riad a un rabino de Jerusalén por primera vez en la historia moderna.
¿Cuáles han sido las reacciones? -
El nuevo acuerdo entre Israel y Emiratos pone en peligro la iniciativa de paz árabe del 2002, liderada por Arabia Saudí, que preveía una retirada de Israel de los territorios árabes ocupados en 1967 a cambio de garantías de paz y de una normalización de las relaciones.
El pacto del jueves puede indignar a algunos gobiernos de Oriente Medio y a los ciudadanos árabes, que denuncian a menudo que sus gobiernos dejan de lado la causa del pueblo palestino.
Emiratos Árabes Unidos insistió en los beneficios que pueden lograr los palestinos con este acuerdo, que ha sido presentado como “un paso valiente” para garantizar la solución de los dos estados, uno israelí y otro palestino.
Este pacto representa un “punto de inflexión en la aceptación árabe de Israel en la región y un freno a la anexión que pondría en peligro la paz”, escribió en Twitter Richard Haas, presidente del grupo de expertos Council on Foreign Relations.