Caracas. El presidente interino venezolano, Juan Guaidó, recibió este lunes un fuerte espaldarazo internacional al ser reconocido este como presidente interino por 19 países de Europa, a los que el régimen de Nicolás Maduro acusó de apoyar un “golpe de Estado” que dirige Estados Unidos.
Después de que expiró un ultimátum a Maduro para que convocara nuevas elecciones presidenciales, esos países, encabezados por Francia, España, Reino Unido y Alemania, se sumaron al reconocimiento que ya tenía Guaidó de Estados Unidos, Canadá y una docena de países latinoamericanos.
“Es el reconocimiento a los venezolanos que nunca han dejado de luchar por recuperar la democracia”, expresó el también jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento), quien agradeció ese respaldo. Y dijo esperar que se sume Italia, cuyo gobierno bloqueó una declaración conjunta de la Unión Europea (UE), según fuentes diplomáticas.
El gobierno venezolano anunció que revisará “integralmente” las relaciones con los países europeos que reconocieron al opositor, al acusarlos de apoyar “planes golpistas” de Washington, con el que rompió relaciones diplomáticas el 23 de enero.
El frente diplomático también tuvo actividad en Ottawa, Canadá, donde el Grupo de Lima se manifestó en favor de un cambio pacífico de gobierno en Venezuela y llamó a los militares a desconocer a Maduro y ser leales a Guaidó.
España -de primero-, Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca, Portugal, Holanda, Lituania, Letonia, República Checa y Finlandia se sumaron al reconocimiento, ya dado por Estados Unidos, Canadá y una docena de países latinoamericanos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el gobernante francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana Ángela Merkel consideraron que Guaidó tiene la legitimidad para organizar unas elecciones presidenciales en el menor tiempo posible.
“A Venezuela no le pone ultimátum nadie”, dijo Maduro, quien trató al gobernante español, Pedro Sánchez, de “pelele” al “servicio de la política guerrerista” de la Casa Blanca.
Estados Unidos, que asegura que una acción armada en Venezuela es “una opción”, saludó el reconocimiento europeo. “Alentamos a todos los países (...) a apoyar al pueblo venezolano”, expresó el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Rusia, uno de los mayores aliados de Maduro, rechazó “los intentos por legitimar la usurpación del poder como una injerencia directa” de los europeos, según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Maduro, también respaldado por China, Turquía e Irán, asegura que Washington usa a Guaidó de “títere” para derrocarlo.
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Ayuda humanitaria
Entretanto, el gobernante provisional prepara un dispositivo de llegada de ayuda humanitaria al país.
La iniciativa, indicó, es reunir la ayuda internacional en “tres centros de acopio” de medicinas y alimentos en los vecinos Colombia y Brasil y en una isla caribeña, y exigir a los militares que dejen entrar esa ayuda.
Maduro considera la ayuda humanitaria como la puerta a una intervención militar de Estados Unidos. Ante la ayuda inicial por $20 millones ofrecida por Washington, tildó a los opositores de “mendigos del imperialismo”.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes una ayuda de 53 millones de dólares canadienses ($40 millones) destinados a la población venezolana.
La asistencia se orientará a “responder a las necesidades más urgentes de los venezolanos sobre el terreno, principalmente los más de tres millones de refugiados”, declaró Trudeau a la entrada de una reunión del Grupo de Lima.
Durante la jornada, Guaidó denunció que la Fuerza Armada planea “robar” la ayuda internacional que él gestiona, alimentos y medicinas, para que sea el gobierno de Nicolás Maduro el que la distribuya.
“Recibimos la información, del círculo cercano del alto mando (militar), que ya no están evaluando si dejarla entrar o no, sino cómo nos la roban”, aseveró en una rueda de prensa."Van a secuestrarla para distribuirla a través de los CLAP", agregó, refiriéndose a un plan gubernamental de venta de alimentos subsidiados en zonas populares.
Crisis generalizada
El conflicto político en Venezuela se vive en medio de una severa crisis económica, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicinas, que provocó el éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según Naciones Unidas.
La empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) está en cesación de pagos y su producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos que embargarán la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril.
Tratando de parar la arremetida de Guaidó, Maduro impulsa ahora adelantar del 2020 a este año las elecciones legislativas, apostando a que la oposición pierda el único poder que controla.
Mientras, Guaidó aprobó una amnistía a los militares intentando volcar la Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, que empieza a mostrar fisuras, como el sábado, cuando un general de la Aviación Militar se convirtió en el uniformado activo de mayor rango en reconocer al opositor.
Guaidó asumió como presidente interino el 23 de enero luego de que el Parlamento -de mayoría opositora- declaró a Maduro de “usurpador” por haber sido reelegido en unas elecciones cuestionadas dentro de Venezuela y por parte de la comunidad internacional.
Buscando una salida pacífica a la crisis, un grupo de contacto internacional integrado por la UE y cuatro países latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay), anunció una primera reunión el jueves en Montevideo.
Maduro quiere que de allí "surja una mesa de diálogo". Pero el líder opositor dice que no se prestará a diálogos "falsos" que den oxígeno al régimen.
Tras dos multitudinarias manifestaciones, el opositor afirma que seguirán las protestas “hasta que cese la usurpación” -sin descartar que se dirijan al palacio presidencial de Miraflores- y anunció una marcha para el 12 de febrero.