San Salvador. AFP. Tres de las pandillas más violentas que operan en El Salvador anunciaron este domingo que ordenaron el cese de los homicidios y piden al Gobierno detener la aplicación de medidas excepcionales para combatirlas.
“Hemos girado la orden a toda nuestra gente para que cesen todo tipo de homicidio a nivel nacional”, afirmó un pandillero encapuchado que habló en nombre de la Mara Salvatrucha (MS-13) y las dos facciones del Barrio 18, en un video difundido por la prensa nacional.
La medida, según se manifiesta en la grabación, busca “demostrarles al pueblo y al Gobierno, que no hay necesidad de poner medidas excepcionales que solo vienen a violentar la Constitución de la República”.
El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, declaró a la prensa local: “No tenemos por qué girar en torno a lo que digan grupos criminales en forma anónima”.
La decisión del Gobierno de analizar medidas extraordinarias para enfrentar a las pandillas, surgió desde el 3 de marzo cuando 11 trabajadores, ocho de ellos de una empresa de electricidad y tres jornaleros, fueron asesinados por pandilleros en la zona rural de la ciudad de San Juan Opico, 31 kilómetros al oeste de San Salvador.
Mayor control. Entre otras medidas excepcionales que deberán ser aprobadas por el Congreso, se incluye una mayor movilidad del Ejército, restricciones en los centros penales y un plan para ejercer un mayor control en las zonas de influencia de las pandillas.
Por su parte, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, dijo, este domingo, desconocer el contenido del mensaje de las pandillas, pero aseguró que el ejecutar medidas excepcionales “es una facultad” que tiene el Gobierno, con base en la Constitución del país.