Tokio. El Parlamento japonés eligió este lunes al moderado Fumio Kishida como primer ministro, quien se rodeará de un gobierno formado por veteranos y por caras nuevas.
Kishida, descendiente de una familia de políticos de Hiroshima, obtuvo 311 votos en la Cámara Baja del Parlamento, contra 124 para el principal líder de la oposición, Yukio Edano. La cámara alta también lo eligió con 141 votos, frente a los 65 para Edano.
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Su elección se produjo luego de que el primer ministro saliente Yoshihide Suga, quien presentó su renuncia la mañana del lunes, anunciara que no volvería a aspirar a ser líder del Partido Liberal Democrático (PLD) tras solo un año en el cargo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó el lunes a Kishida, y afirmó que la “histórica alianza” continuará, ya que es “la piedra angular de la paz, la seguridad y la prosperidad en el Indo-Pacífico y en el mundo.
La popularidad del gobierno de Suga cayó fuertemente al luchar por contener olas de contagios de covid-19, incluyendo un brote récord durante los Juegos de Tokio, en julio pasado. Kishida declaró este lunes su “determinación y resolución firme” para hacer frente a los numerosos desafíos que le esperan.
Entre estos figuran tratar de conducir la economía en la era pospandémica y lidiar con las amenazas militares de Corea del Norte y China. También dirigirá al PLD en las elecciones generales, previstas para noviembre, aunque medios locales informaron el lunes que Kishida quiere que se realicen el 31 de octubre.
Se prevé que el partido de gobierno y sus socios de coalición retengan el poder en estos comicios, pero podrían perder algunos escaños por el descontento general por la respuesta del gobierno en la crisis sanitaria.
En conferencia de prensa nocturna, Kishida dijo que la lucha contra la pandemia seguirá siendo la “primera prioridad” y declarándose “nuevo apóstol del capitalismo”, prometió medidas para estimular el crecimiento y repartir mejor las riquezas.
Tres ministras
El nuevo gobierno, compuesto por 21 miembros con Kishida —y con una media de edad de 61,8 años—, supone una cierta continuidad con el gabinete saliente, bajo la influencia de las dos grandes corrientes del PLD: la dirigida por el ex primer ministro Shinzo Abe, y la del exministro de Finanzas saliente, Taro Aso.
El apoyo de los diputados de estas dos facciones fue decisivo para la victoria de Kishida en las elecciones internas del partido la semana pasada. El nuevo ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, es cuñado de Taro Aso y forma parte de su ala en el PLD.
El actual jefe de la diplomacia nipona, Toshimitsu Motegi, conservó su cartera, así como Nobuo Kishi la de Defensa. Kishi es el hermano menor de Shinzo Abe.
Hirokazu Matsuno, exministro y miembro del bando de Abe, fue nombrado en el puesto clave de secretario general del gobierno. Este gabinete cuenta también con nuevas caras, que se ponen por primera vez al frente de un ministerio.
También se ha creado una nueva cartera, la de Seguridad Económica, un reflejo de la preocupación de las autoridades japonesas frente a la competencia tecnológica china.
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Solo tres mujeres entran en el gobierno, entre ellas Seiko Noda, que llegó la cuarta en las elecciones internas del PLD. Estará a cargo de la lucha contra la baja natalidad y las desigualdades entre hombres y mujeres.
“El gobierno de Kishida busca un equilibrio” entre las grandes facciones y generaciones en el PLD, y esto “refleja la voluntad de Kishida de no hacerse enemigos”, comentó en una nota Junichi Makino, economista en SBMC Nikko Securities.