Charlotte, EE. UU. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, atacó este miércoles al candidato demócrata, Joe Biden, a quien acusó de ser un “caballo de Troya de la izquierda radical”, y previno a los votantes de que si Donald Trump pierde “no van a estar a salvo”.
En el tercer día de la convención republicana que termina el jueves con un discurso de Trump en los jardines de la Casa Blanca, Pence advirtió a los votantes de que “no van a estar a salvo en un Estados Unidos gobernado por Joe Biden”.
Frente a las crecientes protestas por un nuevo caso de violencia policial que dejó a Jacob Blake, un hombre negro, con graves secuelas en Wisconsin, Pence puntualizó que en estas elecciones “están en juego la ley y el orden”.
Después de las protestas por este incidente en la localidad de Kenosha, Trump anunció que enviaría a efectivos federales para aplacar las manifestaciones, en las que dos personas murieron después de que un hombre blanco vestido de civil disparó contra la multitud.
Este incidente se produjo casi tres meses después de que Geoge Floyd, un hombre negro, murió asfixiado por un policía blanco, lo que desató una ola de protestas contra el racismo no vista en décadas.
"No se trata de saber (...) si Estados Unidos será republicano o demócrata. La elección es si Estados Unidos va a seguir siendo Estados Unidos", afirmó Pence.
Énfasis en seguridad
Otros republicanos también lanzaron advertencias sobre la seguridad durante la tercera noche de la convención republicana y destacaron a Trump como un defensor de la “ley y el orden”.
“Desde Seattle y Portland a Washington y Nueva York, las ciudades gobernadas por los demócratas están siendo invadidas por violentas turbas. La violencia está desenfrenada”, manifestó la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem.
Pence tomó la palabra para aceptar su nominación como candidato a la Vicepresidencia desde el Fuerte McHenry, en Baltimore, un lugar emblemático en la historia de Estados Unidos, por haber sido la fuente de inspiración para el himno nacional.
“Joe Biden no va a ser otra cosa que un caballo de Troya para la izquierda radical”, recalcó el vicepresidente, de 61 años, uno de los funcionarios más leales de Trump.
Pence, siempre en un discreto segundo plano, podría dejar de estarlo si Trump gana en noviembre y en el 2024 se posiciona como candidato para sucederlo.
El presidente apareció sorpresivamente junto a la primera dama, para saludar a la concurrencia tras el fin del discurso.
Religión en la política
El vicepresidente apeló a un voto ideologizado sobre la base de creencias religiosas conservadoras y motivado por temas como la oposición al aborto.
Este miércoles, la oposición de Trump al aborto fue destacada por varios ponentes.
“Nadie ha sido un defensor más acérrimo de la vida de los nonatos que el presidente Trump”, expresó Lou Holtz, un popular exjugador de fútbol.
Pence también destacó que el gobierno Trump ha nombrado "más de 200 jueces conservadores" y su defensa del derecho a la vida.
En estos casi cuatro años, Pence ha adoptado el papel de contrapeso frente al drama y la controversia que rodea a Trump. Además, se presenta como una persona de reputación intachable y tendencias religiosas incuestionables.
Pence calmó las aguas en el 2016, cuando la candidatura del presidente casi descarrila después de que se conocieron las grabaciones antiguas en las que Trump se vanagloriaba de agarrar a las mujeres “por el coño”.
Frente a la imagen de Trump de magnate y playboy con tres matrimonios a cuestas, Pence presenta las credenciales de un hombre pío, que supuestamente se niega a cenar a solas con ninguna mujer que no sea su esposa.
El vicepresidente, encargado de la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia, tomó la palabra en un momento en que hay más de 178.000 muertos por el coronavirus y el manejo de la economía, el principal activo de Trump, descarriló y el desempleo subió sobre el 10%.
El mandatario está por debajo de su rival demócrata, Joe Biden, en las encuestas nacionales y aparece codo a codo en muchos estados claves para llegar a la Casa Blanca, lo que indica una campaña reñida.
Dos tercios de los estadounidenses se declaran descontentos con la gestión del gobierno de la pandemia.
Los demócratas aprovecharán este flanco y el jueves la compañera de fórmula de Biden, la senadora Kamala Harris, va a criticar la estrategia de Trump frente el coronavirus en una alocución desde Washington, coincidiendo con el discurso de Trump en la última noche de la convención republicana.