“No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto”, dijo el gobernante izquierdista, Gabriel Boric.
Con esa frase el gobierno de Chile se ofreció este martes a naturalizar a más de 300 nicaragüenses, entre ellos 222 que fueron expulsados a Estados Unidos y despojados de su ciudadanía por el régimen sandinista.
“Ante la reciente decisión del Estado de Nicaragua de privar de su nacionalidad y derechos políticos a más de trescientas personas nicaragüenses, identificadas como opositoras políticas, el Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según las normas constitucionales y legales que la regulan”, informó en un comunicado la Cancillería de Chile este martes.
Además, agregó que el gobierno de Chile pone a disposición esta alternativa para quienes han sido injustamente expatriados de Nicaragua y voluntariamente decidan tomarla.
“La historia de nuestro país nos ha enseñado que la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la solidaridad internacional entre los pueblos, trascienden las coyunturas políticas y forma parte de estándares civilizatorios esenciales para la vida en sociedad”, externó la Cancillería.
En ese sentido, los ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior y Seguridad Pública, por instrucciones del Presidente de la República, tomarán las medidas correspondientes con el fin de implementar dicha promesa.
Esta decisión se da poco después de que varias personalidades chilenas incluido el escritor y activista Ariel Dorfman, firmaron una carta en la que le piden al presidente Boric que le conceda la nacionalidad a los opositores nicaragüenses que quedaron apátridas por decisión del régimen Ortega-Murillo.
“Venimos a solicitar que, (...) al igual que lo han hecho los Estados Unidos y España, ofrezca a los apátridas nicaragüenses la nacionalidad chilena por gracia, un gesto de verdadera solidaridad que nos enorgullecería como país y fortalecería los vínculos del pueblo chileno con el país de (el poeta) Rubén Darío”, decía la misiva.
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Entre los firmantes, junto con Dorfman, autor de La muerte y la doncella (1990), están Sofía Prats, hija del exjefe del Ejército chileno asesinado, Carlos Prats; Ricardo Brodsky, exdirector del Museo de la Memoria; y Sergio Micco, exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Los firmantes usaron como argumento de su petición la condena que el mismo Boric hizo en su cuenta de Twitter el sábado pasado donde tildó de dictador a Ortega y se solidarizó con los nicaragüenses despojados de su nacionalidad.
“Estamos viendo con estupor los avances de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, que no sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto”, dijo el gobernante al referirse a los nicaragüenses opositores entre intelectuales, periodistas, activistas y otros a los que se les retiró la nacionalidad.
Un abrazo latinoamericano Carlos. Compartimos la patria de la democracia que no debiera tener fronteras. Fuerza a ese pueblo con tanta, tanta dignidad que es el nicaragüense. https://t.co/c7zJrjXXoS
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) February 21, 2023
Entre los afectados por la medida están Carlos F. Chamorro, director del medio Confidencial, la excandidata presidencial Cristiana Chamorro, el novelista Sergio Ramírez y la poeta Gioconda Belli.
Boric fue muy crítico de la situación de los derechos humanos en Nicaragua. En noviembre pasado, en México, dijo que en Latinoamérica “no podemos mirar para el lado” ante problemáticas como la migración irregular o “los presos políticos en Nicaragua”.
La distancia de Boric con el gobierno Ortega se vio desde antes de que asumiera el mando. Incluso invitó a Sergio Ramírez a la ceremonia de asunción el 11 de marzo de 2022: “Por tus luchas que son las de un pueblo. Por tus letras que son más fuertes que las armas. Nos vemos en marzo”, dijo en un tuit previo.
Sin embargo, Ramírez, ex vicepresidente de Nicaragua y reconocido opositor de Ortega actualmente residente en España, no pudo viajar al país suramericano.