Londres. La policía británica concluyó el jueves su investigación sobre el “partygate”, las fiestas celebradas en Downing Street contra las restricciones por la covid-19, sin imponer al primer ministro Boris Johnson nuevas multas que podrían amenazar su permanencia en el cargo.
Poco después de que Scotland Yard anunciara el fin de las pesquisas, un vocero de Johnson informó que la policía “ha confirmado que no va a tomar ninguna otra medida” contra él. Muchos diputados de la mayoría conservadora pedían esperar el resultado de la investigación antes de decidir si intentaban una moción de censura interna para cambiar a su líder y por lo tanto al inquilino de Downing Street.
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El controvertido Johnson fue multado en abril con 50 libras ($62) por participar en una fiesta sorpresa por su 56 cumpleaños en junio del 2020, en plena pandemia de coronavirus, en la sala del consejo de ministros. Su esposa, Carrie Johnson, y el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, corrieron la misma suerte.
El líder conservador se disculpó “sin reservas” ante el Parlamento, pero descartó dimitir asegurando que no se le había “ocurrido en ese momento, ni posteriormente” que su participación en el breve encuentro “pudiera constituir una infracción de las normas”.
‘Terrible insulto’
Scotland Yard investigó durante meses una docena de supuestas fiestas organizadas en dependencias gubernamentales durante los confinamientos y la prensa señalaba la presencia de Johnson en varias, lo que hacía temer nuevas sanciones a medida que avanzase el caso. Finalmente, el primer ministro fue solo multado por el encuentro que parecía menos grave y premeditado.
En un comunicado, la policía anunció que sus investigaciones, ahora finalizadas, dieron lugar a un total de 126 multas, correspondientes a ocho fechas diferentes, del 20 de mayo del 2020 al 16 de abril del 2021. La operación, en la que participaron 12 investigadores a tiempo completo, costó 460.000 libras ($575.000).
La asociación de familias de víctimas del covid consideró que el dinero necesario para destapar los incumplimientos de las normas en Downing Street es un “terrible insulto a quienes perdieron a sus seres queridos” por el coronavirus, que ha matado a más de 177.000 personas en el Reino Unido. Los investigadores examinaron 345 documentos, 510 fotos y grabaciones de vídeo y analizaron 204 cuestionarios.
‘Escala industrial’
La investigación reveló “infracciones a la ley a escala industrial”, denunció el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, al canal Sky News, reiterando su petición de que Johnson dimita. El primer ministro es “responsable de la cultura” que reina en Downing Street, declaró.
El fin de la investigación policial deja ahora vía libre para la publicación, posiblemente la próxima semana según los medios británicos, del informe completo de la investigación interna realizada por la alta funcionaria Sue Gray. Un informe anterior de Gray ofreció hace meses un mordaz anticipo, al denunciar “errores de liderazgo y juicio” en Downing Street.
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La publicación de dicho informe permitirá a su vez iniciar los trabajos de una comisión parlamentaria que deberá determinar si Johnson mintió a los diputados cuando les dijo que siempre se habían respetado las normas contra la covid en los locales donde vive y trabaja. El código de conducta establece que un ministro que haya engañado deliberadamente al Parlamento debe dimitir.
Starmer, que también fue acusado de compartir cervezas y curry con su equipo durante una campaña electoral en abril del 2021, aseguró hace dos semanas que dimitiría si era multado. “No ha habido ningún incumplimiento de las normas por mi parte ni por parte de nadie de mi equipo”, repitió el jueves el líder de la oposición. “No hay comparación” con la situación de Johnson, insistió.