Rusia se reafirma como uno de los principales aliados del régimen del presidente sirio Bashar al-Asad, luego que el miércoles empezó a bombardear objetivos yihadistas en Siria.
Sin embargo, tanto Europa como Estados Unidos desconfían profundamente de las intenciones de Moscú y temen que sus ataques se dirijan contra la oposición en general para tratar de fortalecer a al-Asad.
Esta es una guía elaborada con el apoyo de los analistas Carlos Murillo y Alejandro Barahona para explicar el porqué de la intervención.
¿Qué busca Rusia con su intervención en Siria?
Moscú tiene tres objetivos: garantizarse puertos en el Mediterráneo para su flota, contrarrestar la influencia estadounidense y europea en el Oriente Medio —esto como parte de la confrontación entre las tres superpotencias por establecer un balance de poder en el sistema internacional— y lograr la permanencia de prácticamente su único aliado en la región, Bashar al-Asad, ya que necesita incrementar su influencia entre los gobiernos árabes y en general entre los musulmanes.
Por ello, los ataques rusos no son solo contra posiciones del Estado Islámico, sino contra cualquier posición contraria a Damasco. Además, el abrir un frente en su relación con Occidente, Rusia desvía la atención del conflicto con Ucrania.
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¿Por qué Estados Unidos no apoya la estrategia rusa?
La estrategia rusa tiene como elemento central la permanencia de al-Asad en el poder y esto no está en los planes estadounidenses.
Washington prefiere apoyar a los regímenes sunitas (como Arabia Saudí) y no le conviene la permanencia de un gobernante opuesto a la presencia norteamericana en la región. Además, la permanencia de al-Asad le garantiza a Moscú el uso del puerto de Tartus.Las instalaciones de ese puerto, usadas por la flota rusa, no han sido atacadas por el Estado Islámico u otros grupos opositores al régimen de Damasco.
¿Por qué insiste Rusia en respaldar a Bashar al-Asad?Porque es el único aliado que tiene en la región. No se pueden obviar las rivalidades culturales y religiosas entre la Rusia ortodoxa y los musulmanes (especialmente en la zona de Chechenia). La caída de al-Asad prácticamente sacaría a Moscú del juego de poder en el Oriente Medio, debido a que la alianza entre Rusia e Irán es muy frágil y son pocos los temas e intereses en común.
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¿Qué pasa con las oposición en Siria?
Se trata de un conglomerado de grupos heterogéneos con diversos intereses. Algunos responden solo a la lucha contra Damasco, otros a cada uno de los gobiernos árabes y los menos a aquellos apoyados por Estados Unidos. A veces se piensa que la oposición siria es una sola y que está vinculada con Occidente y sobre todo cuenta con el respaldo estadounidense, lo cual es erróneo y un intento por simplificar una compleja realidad.
¿Se sigue fortaleciendo el Estado Islámico en Siria?
Sí, pero a un menor ritmo que meses atrás. Los [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151001_0005]]ataques aéreos[[END:INLINEREF]] han debilitado sus principales posiciones.
¿Cambia el papel de Europa en el conflicto por la crisis de migrantes?
Lo que ha variado es la atención que los gobiernos europeos dedican a la crisis siria. Hasta este momento no hay evidencia que permita pensar que cambiarán su posición respecto a Bashar al-Asad y el Estado Islámico por la crisis migratoria. Ahora bien, es necesario tener en cuenta que no todos los países europeos tienen el mismo criterio sobre el régimen de Damasco. Algunos consideran que al-Asad debe permanecer, pues es el único actor capaz de lograr alguna unidad de Siria, a pesar de la fuerte oposición de distintos sectores al interior del país.
¿Qué papel juega Arabia Saudí?
Arabia Saudí busca contrarrestar la influencia iraní (su principal rival) en la región. Lo que estamos observando en el Medio Oriente es una lucha de poder entre regímenes fundamentalistas, conservadores y algunos moderados; y sobre todo entre sunitas y chiitas. Esto forma parte de la construcción de un nuevo orden regional, en el que Turquía e Israel también tienen un papel protagónico. Definitivamente, se trata de un fenómeno complejo, multicausal y que, por ende, requiere un solución igualmente compleja, considerando los actores regionales, extraregionales y mundiales.