La Paz. Tropas militares y tanquetas se desplegaron este miércoles frente a la sede del gobierno boliviano en La Paz e intentaron tumbar una puerta del palacio presidencial.
Tanquetas y tropas ocuparon la Plaza Murillo, en el centro de la capital boliviana, donde está la sede presidencial. Un tanqueta intentó tumbar una puerta metálica del palacio presidencial, al cual ingresó posteriormente el general Juan José Zúñiga, comandante del Ejército.
Según la televisión boliviana, el oficial ingresó por unos momentos al edificio antes de salir caminando.
Poco después, el presidente Luis Arce convocó a los bolivianos a movilizarse “en contra del golpe de Estado”.
“El pueblo boliviano hoy es convocado, necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice en contra del golpe de Estado, en favor de la democracia”, dijo Arce en un mensaje al país junto a sus ministros, desde el palacio presidencial.
“La democracia debe respetarse”, había escrito antes Arce en su red social X.
“Se gesta el Golpe de Estado. En este momento se despliega personal de las Fuerzas Armadas y tanquetas en la Plaza Murillo”, denunció por su parte el expresidente Evo Morales.
“Convocamos a una Movilización Nacional para defender la Democracia frente al golpe de Estado que se gesta a la cabeza” del general Zúñiga, añadió.
“Quebramiento del orden”
Desde el martes circulan rumores sobre la probable destitución de jefe del Ejército, en el cargo desde noviembre de 2022, y que se opone tajantemente a que Morales intente regresar al poder el año próximo.
En una entrevista el lunes con un canal de televisión, el jefe del Ejército aseguró que detendría a Morales si insiste en postularse a la presidencia en los comicios de 2025, pese a que fue inhabilitado por la justicia electoral.
“Legalmente está inhabilitado, ese señor no puede volver a ser más presidente de este país”, dijo Zúñiga.
El partido gobernante de Bolivia, el Movimiento Al Socialismo (MAS), está profundamente dividido entre el presidente Luis Arce y su antiguo aliado y hoy enconado adversario, el exmandatario Evo Morales.
Amparado en las reformas constitucionales que él mismo promovió, Morales ocupó la presidencia entre 2006 y 2019, cuando se vio forzado a renunciar tras ser acusado de fraude electoral para obtener un cuarto mandato.
A finales de diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional inhabilitó a Morales como candidato presidencial para la contienda de 2025, aduciendo que la reelección indefinida no es un “derecho humano”, como había señalado en otra sentencia de 2017.
Pero Morales busca este año la nominación a la presidencia en representación del MAS, mientras que el presidente Arce, en el poder desde 2020, no se ha pronunciado sobre si buscará la reelección.
Condena internacional
En Centroamérica, presidentes de la región se pronunciaron ante lo que sucedió en Bolivia.
Xiomara Castro, presidenta de Honduras, hace un llamado a los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para condenar las acciones del ejército boliviano.
“Convoco de urgencia a los presidentes de los países miembros de la Celac a condenar el fascismo que hoy atenta contra la democracia en Bolivia y a exigir el respeto pleno al poder civil y a la Constitución. Las fuerzas militares han asestado nuevamente un criminal golpe de Estado. Expresamos nuestro apoyo incondicional al hermano pueblo de Bolivia”, dijo Castro por sus redes sociales.
Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica (2010-2014), se sumó a la condena internacional. “Lamentable y repudiable que aún en América Latina las fuerzas armadas rompan el orden constitucional y pongan en riesgo la estabilidad institucional. Orgullosa de ser ciudadana de una democracia desarmada que, al abolir el ejército hace 75 años, puso límites a las tentaciones autoritarias”, señaló la exmandataria.
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, también condenó enérgicamente los hechos en medio la 54° asamblea general de la OEA, que comenzó oficialmente al caer la tarde del miércoles y termina el viernes en la sede de la Conmebol en Asunción, Paraguay.
“El Ejército debe someterse al poder civil legítimamente elegido. Enviamos nuestra solidaridad al presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, su gobierno y todo el pueblo boliviano. La comunidad internacional, la OEA y la Secretaría General no tolerarán ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o en cualquier otro lugar”, sentenció durante la sesión de este miércoles.
En la reunión, Héctor Henrique Arce, representante de Bolivia en la OEA, solicitó la aprobación de “una resolución contundente que condene estos hechos, que no solo ocurrieron en Bolivia sino también en otros países, y que nunca más deben repetirse en las Américas. Estamos hablando de la institucionalidad democrática y del respeto que las Fuerzas Armadas deben tener hacia los gobiernos legalmente constituidos”, afirmó.
La Unión Europea también se sumó a los reproches sobre la situación en Bolivia. Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, mencionó que “condena cualquier intento de quebrantar el orden constitucional para derrocar gobiernos elegidos democráticamente”.
Gabriel Boric, presidente de Chile, repudia “la inaceptable acción de una parte del ejército boliviano”.
“Desde Chile manifiesto mi preocupación por la situación en Bolivia. Expresamos nuestro apoyo a la democracia en el hermano país y al gobierno legítimo de Luis Arce. Condenamos enérgicamente la inaceptable acción de fuerza de un sector del ejército de ese país. No podemos tolerar ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o en cualquier otro lugar”, señaló el mandatario chileno en la red social X
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, salió de inmediato a denunciar un “golpe de Estado”. “Presidente Lucho Arce convoque al pueblo, solo el pueblo salva al pueblo. ¡Alerta Bolivia!”, afirmó.