Estocolmo. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, canceló este sábado su participación en la cumbre por la paz en Ucrania que se desarrolla en Suiza y criticó al encuentro por buscar “construir bloques para la guerra”.
“Lo que hemos encontrado en relación a la conferencia de paz, entre comillas, en Suiza es que es básicamente un alinderamiento al lado de la guerra (....) por eso he decidido suspender mi visita”, dijo a medios el mandatario desde Estocolmo, adonde llegó en una visita de Estado.
Petro tenía previsto partir este sábado desde Suecia a la cumbre en Suiza, donde líderes de 50 países se encontrarán para diseñar una hoja de ruta para la paz entre Ucrania y Rusia, que no participa en el evento.
“Estamos dispuestos a participar en una conferencia que libremente se dedique a buscar los senderos de la paz y no a construir bloques para la guerra”, agregó el mandatario izquierdista, quien se ha dicho partidario de una solución “pacífica” al conflicto que se desató en febrero de 2022.
La cumbre de paz se desarrolla entre hoy y mañana en el lujoso complejo hotelero de Burgenstock, donde asistirán los líderes del G7, con la excepción del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Su vicepresidenta Kamala Harris irá en su lugar.
Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, que integran el G7, anunciaron esta semana un préstamo de 50.000 millones de dólares a Kiev financiado con los intereses de los activos rusos congelados.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dicho que ordenará un alto el fuego e iniciará negociaciones “tan pronto” como Ucrania comience la retirada de tropas de las zonas en disputa y renuncie a entrar en la OTAN. Una propuesta rechazada por Ucrania y sus aliados occidentales.
Colombia es un país socio de la OTAN y Estados Unidos lo considera uno de sus aliados más importantes en la región. Pero Petro, el primer mandatario de izquierda en la historia del país sudamericano, se ha desmarcado de las posiciones diplomáticas de las potencias occidentales.
El año pasado rechazó un pedido de Washington para enviar armamento a Ucrania y también ha sido un férreo crítico de Israel por la guerra en Gaza, que ha calificado como un “genocidio”.