Lima. El presidente peruano, Martín Vizcarra, disolvió este lunes constitucionalmente el Congreso, dominado por la oposición, luego de que este se negó a suspender una polémica designación de nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
“He decidido disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias” anticipadas, dijo Vizcarra en un mensaje por televisión al país, al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años y cerrarse las vías de entendimiento entre el Ejecutivo y Legislativo.
Vizcarra había lanzado el domingo un ultimátum al Congreso al anunciar que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que busca impedir que ese alto tribunal sea copado por la oposición.
Pero el Congreso, controlado por la oposición fujimorista, decidió este lunes pasar por alto su petición e iniciar de inmediato el nombramiento de altos jueces.
"Es claro que la obstrucción y blindaje (del Congreso) no cesan y no habrá acuerdo posible", sostuvo el mandatario, mientras centenares de manifestantes congregados afuera del parlamento celebraban su decisión.
Una disolución del Congreso en Perú no ocurría desde el 5 de abril de 1992, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000) dio un “autogolpe” y asumió plenos poderes con el apoyo de las Fuerzas Armadas. En esta ocasión, en cambio, Vizcarra se amparó en la Constitución para dar este paso.
“Ante negación fáctica de confianza decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”, dijo Vizcarra, horas después de que los jefes parlamentarios rechazaron suspender la cuestionada designación de magistrados.
En su primera reacción al anuncio presidencial, la legisladora fujimorista Jenny Vilcatoma propuso que el Congreso destituya a Vizcarra, lo cual la oposición intentó hacer en el 2017 con su antecesor.
“Los actos de Martín Vizcarra evidencian conducta inmoral (...). Por eso solicitamos se dé trámite a la declaración permanente de incapacidad moral del señor presidente”, manifestó.
Durante una sesión plagada de incidentes, el Congreso eligió a uno de los magistrados en medio de protestas que obligaron a postergar hasta el martes las cinco votaciones pendientes.
Un primo del presidente del Congreso, el abogado Gonzalo Ortiz de Zevallos, fue el primer magistrado designado en una cuestionada elección en la que recibió 87 votos, el mínimo necesario.
Momento en que Vizcarra disuelve el Congreso... Perú y la historia se lo van a agradecer. #CierreDelCongresoYA pic.twitter.com/iqrJktwnzJ
— Andreas Wiechert (@AndreasWiechert) September 30, 2019
La votación se realizó a pesar de que seis de los nueve postulantes al Tribunal Constitucional tienen denuncias ante la Justicia.
Además del gobierno, juristas independientes cuestionaban el actual mecanismo de selección por su celeridad y falta de transparencia.
Disputa entre poderes
Vizcarra había advertido de que si los diputados no desistían de nombrar al nuevo tribunal, lo consideraría una negativa al voto de confianza, lo que lo facultaría constitucionalmente para disolver la Cámara.
El mandatario ha ganado gran popularidad al encabezar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo la lupa de la Fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.
La tensión venía creciendo desde el viernes y la Policía decretó “alerta máxima”, mientras simpatizantes de Vizcarra se congregaban al anochecer en las calles.
El presidente del Poder Legislativo, el opositor Pedro Olaechea, había sentenciado el sábado que la elección de los magistrados era “impostergable”.
Vizcarra pidió el voto de confianza luego de que el Congreso archivara el jueves su proyecto de adelantar las elecciones para abril del 2020, lo que implicaba recortar un año su mandato y el del Legislativo. La propuesta la apoyaba el 75% de los peruanos, según encuestas.
Los legisladores opositores no deseaban elecciones anticipadas, pues arriesgarían su holgada mayoría en momentos en que, de acuerdo con los sondeos, sufren gran desprestigio. Además, por una reforma de Vizcarra ratificada en referendo en el 2018, los parlamentarios no pueden ser reelegidos.
La crisis política persiste en Perú desde que hace tres años el banquero Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) venció ajustadamente a la populista Keiko Fujimori.
Aunque perdió la presidencia, el partido de la primogénita de Alberto Fujimori ganó una abrumadora mayoría en el Congreso con la que mantuvo contra las cuerdas a Kuczynski hasta forzarlo a dimitir en el 2018.
Kuczynski fue sustituido por Vizcarra, su primer vicepresidente, quien carece de partido y bancada parlamentaria, pero que, a diferencia de su antecesor, se ha enfrentado enérgicamente al Congreso, al que forzó a concederle hasta el momento dos votos de confianza.