Colombo. El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, abandonó el país en la madrugada del miércoles en un avión militar rumbo a Maldivas, tras las protestas generalizadas en su contra, de acuerdo con informes de autoridades locales.
El mandatario, de 73 años, su esposa y un guardaespaldas salieron del país a bordo de un avión Antonov-32 que despegó del principal aeropuerto internacional, aseguraron funcionarios de migración a la AFP. “Se sellaron sus pasaportes y embarcaron en el vuelo especial de la fuerza aérea”, manifestó un funcionario de inmigración.
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No hubo confirmación inmediata de que Rajapaksa hubiera llegado a las Maldivas, un archipiélago situado al sureste de Sri Lanka en el océano Índico. El avión estuvo retenido durante más de una hora en la pista sin poder despegar tras una confusión sobre el permiso para aterrizar en las Maldivas, según funcionarios del aeropuerto.
“Hubo algunos momentos de ansiedad, pero al final todo salió bien”, dijo un agente bajo condición de anonimato. “El avión debe aterrizar en el aeropuerto internacional de Male”, añadió. Rajapaksa prometió que renunciaría el miércoles y que abriría la vía para una “transición pacífica” tras las masivas protestas contra su gobierno.
El fin de semana el presidente de 73 años huyó de la residencia ante la presión de miles de manifestantes que finalmente entraron al complejo presidencial. Dado que todavía no renunció, Rajapaksa se beneficia de inmunidad presidencial y puede usarla para buscar refugio en el extranjero.
Su hermano Basil, que dimitió en abril de su cargo como ministro de Finanzas, tampoco pudo abordar un avión hacia Dubái. “Algunos pasajeros protestaron contra el embarque de Basil en su vuelo”, relató a la AFP un funcionario del aeropuerto. “Fue una situación tensa, entonces él decidió abandonar el aeropuerto de forma precipitada”, agregó.
Basil, quien tiene doble nacionalidad, tuvo que obtener un nuevo pasaporte tras dejar el suyo en la mansión presidencial cuando la familia se vio obligada a retirarse ante la turba que amenazaba con entrar, indicó una fuente diplomática. Fuentes oficiales aseguraron que en el lugar encontraron un maletín lleno de documentos y con 17,85 millones de rupias (¢33,7 millones), que ahora están bajo custodia de las autoridades.
Rajapaksa está acusado de una mala gestión de la economía, llevando al país al caos y a una crisis profunda por la falta de divisas, lo que hace imposible financiar las importaciones de productos esenciales para la población de 22 millones de habitantes. Sri Lanka declaró una moratoria de su deuda por $51.000 millones en abril y está en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un préstamo.
Además, el país casi agotó sus reservas de combustible y el Gobierno ordenó el cierre de las administraciones no esenciales y de las escuelas para reducir los desplazamientos. Si Rajapaksa renuncia como prometió, el primer ministro Ranil Wickremesinghe lo reemplazará hasta que el Parlamento elija a un mandatario interino para lo que queda de su periodo, que termina en noviembre del 2024.