Naciones Unidas, Estados Unidos
En un combativo discurso en la Asamblea General de la ONU, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó el martes con la "destrucción total" de Corea del Norte si no abandona su programa de armas nucleares.
Trump, quien ha escalado la agresividad de su retórica en la crisis con Pionyang, dijo ante murmullos de la concurrencia que "es tiempo de que las naciones del mundo confronten" a Kim Jong-un y que "la insensata búsqueda de armas nucleares" por el gobernante norcoreano representa una amenaza "para todo el mundo, con una pérdida impensable de vidas humanas".
"El hombre de los cohetes está en una misión suicida para sí y su régimen", expresó Trump usando su apodo para el dirigente norcoreano. Dijo de Estados Unidos: "Si nos vemos forzados a defendernos o a nuestros aliados, no tendremos otra opción que destruir totalmente Corea del Norte".
Trump, quien previamente había advertido de que desatará "fuego y furia" si Pionyang no cesa sus ambiciones nucleares, manifestó que "nadie ha mostrado mayor desprecio por otras naciones y por el bienestar de su pueblo que el régimen depravado de Corea del Norte". Y fustigó a naciones que, indicó, habilitan y comercian con Corea del Norte, en una alusión a China, aunque no dio nombres.
Elegido con el lema nacionalista "Primero Estados Unidos", argumentó que las naciones individuales deben actuar en interés propio, pero también unirse cuando se enfrentan con una amenaza común. Además de Corea del Norte, Trump llamó a las naciones a unirse para frenar el programa nuclear de Irán –ha dicho que el acuerdo nuclear con Teherán es "una vergüenza" para Estados Unidos– y derrotar a los "terroristas perdedores" que han desatado violencia en todo el mundo.
Hablar en la Asamblea General de la ONU es un hito para cualquier presidente, pero tiene un significado particular para Trump, un novicio en política exterior que ha preocupado a la comunidad internacional con su actitud impredecible.
Ha sacado a Estados Unidos de acuerdos multinacionales, ponderado reducir la presencia militar del país en conflictos en el extranjero y sido criticado por otros líderes globales por sus declaraciones beligerantes hacia Corea del Norte.
En el discurso del martes, Trump alardeó además de lo que considera sus logros en el cargo, asegurando que a Estados Unidos "le ha ido muy bien" desde su elección.
Mencionó como ejemplos los buenos resultados en la bolsa de valores y el índice de desempleo, y prometió que las Fuerzas Armadas estadounidenses serán pronto más poderosas que nunca.
Venezuela, 'inaceptable'. En otro aparte de su mensaje, el gobernante republicano expresó que la "dictadura socialista" de Venezuela es "inaceptable", y señaló que la comunidad internacional no puede quedarse "al margen y mirar".
Agregó: "Como un vecino y amigo responsable, nosotros y todos los demás tenemos una meta: ayudarles a recuperar la libertad, recuperar el país, restaurar la democracia".
Trump resaltó que Estados Unidos "está preparado para tomar nuevas acciones" si Venezuela persiste en imponer "su gobierno autoritario".
Washington ya impuso sanciones contra Venezuela y el 11 de agosto Trump alertó que Estados Unidos contemplaba un abanico de acciones contra Caracas, "incluida una posible opción militar si fuese necesario".
"El problema en Venezuela no es que el socialismo ha sido mal implementado. Es que el socialismo ha sido totalmente implementado", planteó.
"Pido a cada país representado aquí hoy que esté preparado para hacer más para enfrentar esta crisis muy real. Pedimos la restauración total de la democracia y las libertades políticas en Venezuela", indicó.
Trump cenó el lunes con los presidentes de Colombia, Brasil y Panamá, y con la vicepresidenta argentina, con quienes acordó aumentar la presión sobre el Gobierno venezolano para garantizar elecciones democráticas en el 2018.
"El pueblo venezolano está muriendo de hambre, su país está colapsando", afirmó Trump durante esa cena.
Tras violentas protestas contra Maduro, que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio pasado, el gobierno y la oposición iniciaron hace unos días contactos en República Dominicana para sentar las bases de una negociación.
La oposición reclama garantías de que habrá elecciones presidenciales a finales del 2018, como ordena la ley, y la liberación de casi 600 opositores presos.
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En tanto, Venezuela consideró como una "amenaza" a su soberanía la reunión que mantuvieron Trump y un grupo de mandatarios latinoamericanos en Nueva York.
Caracas "denuncia ante los pueblos del mundo las nuevas amenazas en contra de la soberanía, la paz y de la estabilidad de nuestro país emitidas" en la cena ofrecida por Trump el lunes, señaló un comunicado.