Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue hospitalizado este viernes para ser tratado contra la covid-19, pero aseguró en un mensaje que está “bien”, en medio de la incertidumbre que este anuncio proyecta en la campaña a casi un mes de las elecciones del 3 de noviembre.
El mandatario salió de la Casa Blanca caminando, sin decir una palabra y portando una mascarilla para ser trasladado en helicóptero al hospital militar de Walter Reed, a las afueras de Washington.
"Creo que estoy muy bien. Pero vamos a asegurarnos de que todo salga bien", explicó en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter mientras salía de la Casa Blanca.
Su portavoz, Kayleigh McEnany, indicó que la hospitalización, decidida por "precaución", durará unos días y Trump podrá seguir trabajando "desde las oficinas presidenciales" del hospital.
La campaña del mandatario republicano -quien está rezagado en las encuestas de intención de voto frente a su rival demócrata, Joe Biden- quedó en la incertidumbre.
Biden dio negativo al virus, tres días después del primer debate con Trump, y continuó con su campaña en Michigan, un estado clave, desde el cual lanzó un llamado a no “hacerse el duro” con la covid-19 y a “usar mascarilla”.
Trump, de 74 años, y Biden, de 77, son considerados población de riesgo ante el coronavirus, que deja más de 207.000 muertos en Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia.
El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, informó de que Trump, con “fatiga” y de “buen ánimo”, recibió una dosis del coctel de anticuerpos Regeneron, un tratamiento intravenoso que se encuentra en etapa de ensayos clínicos y no obtuvo aún luz verde de los reguladores.
Los expertos destacaron el peligro de administrar al hombre más poderoso del mundo un medicamento prometedor, pero sobre el cual hay pocas pruebas sobre los posibles efectos secundarios.
Con pacientes de edad avanzada “generalmente soy muy cauta con cualquier cosa que sea experimental”, manifestó Carla Perissinotto, una geriatra de la Universidad de California en San Francisco.
El vicepresidente Mike Pence, quien tomaría el poder si Trump se enferma gravemente, dio negativo a covid-19.
El diagnóstico de Trump, conocido después de que su asistente Hope Hicks resultó contagiada, fue anunciado por el propio presidente en Twitter el jueves a altas horas de la noche.
La enfermedad de Trump generó nerviosismo entre los inversionistas bursátiles globales y Wall Street cerró en baja.
Golpe en plena campaña
Biden le deseó a su adversario y a la primera dama una “pronta recuperación” y dijo que estaba orando por ellos, pero aprovechó a insistir en la necesidad de tomarse la covid-19 “en serio”.
La gestión de la pandemia es el principal tema de campaña de Biden, quien culpa al mandatario de la crisis en el país por sus mensajes contradictorios sobre el virus y su displicencia para seguir las recomendaciones de los expertos para evitar el contagio.
El moderador del debate en Cleveland, Chris Wallace, contó que los familiares de Trump habían llegado con mascarilla, pero luego se la habían quitado.
Esa noche, el mandatario volvió a burlarse de Biden por las precauciones que toma. “Cada vez que lo ves, tiene una mascarilla”, comentó.
El doctor Daniel Griffin, un especialista en enfermedades infecciosas, aseveró que Trump tiene 20% de probabilidades de desarrollar una enfermedad grave que requiriera oxigenación, teniendo en cuenta su edad y peso.
La convalecencia del mandatario plantea incertidumbre sobre la suerte de su candidatura para un segundo mandato. Trump está 7,1 puntos porcentuales por detrás de Biden a nivel nacional, según el promedio de encuestas de intención de voto de la plataforma RealClearPolitics.
El gerente de campaña de Trump, Bill Stepien, señaló que todo los eventos con el gobernante pasarán a ser virtuales o se postergarán temporalmente.
Incluso, el segundo debate Trump-Biden, programado para el 15 de octubre en Miami, está en duda.
El mandatario ha mantenido una apretada agenda de campaña a pesar del coronavirus, que ha minimizado más allá del sombrío balance de muertos y el golpe que supuso en la primera economía mundial.
La tasa de desempleo de Estados Unidos en setiembre, conocida el viernes, cayó al 7,9%, pero los datos apuntan a una desaceleración de la recuperación.
Trump se sumó a la lista de líderes mundiales que tuvieron covid-19, que incluye al presidente brasileño, Jair Bolsonaro; al primer ministro británico, Boris Johnson, y a la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, entre otros.
El expresidente Barack Obama le extendió este viernes sus “mejores deseos” a su sucesor, aunque no pasó por alto la gran “pugna política” que enfrenta a sus partidos en las elecciones del 3 de noviembre.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, acusado por Washington de haber gestionado mal la pandemia, le envió sus “mejores deseos para una recuperación”.
Incluso, el líder norcoreano, Kim Jong Un, le envió un saludo y le deseó un pronto restablecimiento.