El primer cargamento autorizado de cereales ucranianos desde el inicio de la guerra el 24 de febrero llegó este martes por la noche a la costa norte de Estambul, en el Mar Negro. Su arribo fue posible en virtud de un acuerdo firmado en julio entre Kiev y Moscú para tratar de aliviar la crisis alimentaria mundial.
El buque de carga “Razoni”, que partió de Odesa el lunes con 26.000 toneladas de maíz destinadas a Líbano, ahora debe pasar la noche anclado en alta mar a la espera el miércoles de inspección por un equipo internacional en la entrada del Bósforo, precisó el ministerio turco de Defensa.
Dicha delegación internacional está compuesta por representantes turcos, rusos, ucranianos y de Naciones Unidas (ONU), informó a la prensa el almirante turco Özcan Altunbulak, jefe del Centro de Coordinación Conjunta que supervisa estas operaciones de exportación.
Ya han salido cereales de Ucrania durante el conflicto pero desde Berdyansk (en el sureste del país) y frente al mar de Azov que ahora está ocupado por Rusia. Este es el primer envío ejecutado por Ucrania gracias al acuerdo.
El “Razoni” hizo su camino a lo largo de la costa rumana durante la noche, pero apagó su sistema de identificación automática entrada la noche por lo que ya no podía ser rastreado, según la página de internet de Marine Traffic, que sigue sus movimientos.
Tanto la ONU, la Unión Europea (UE) y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acogieron la partida de este primer buque con satisfacción aunque pidieron la aplicación total del acuerdo.
“Demasiado pronto”
Según el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, otros 16 barcos con cereales esperan su turno para zarpar de Odesa, una ciudad portuaria clave que, antes de la guerra, concentraba 60% de la actividad marítima del país.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró sin embargo que era “demasiado pronto para sacar conclusiones y hacer predicciones”.
El acuerdo, firmado el 22 de julio en Estambul entre Rusia y Ucrania, con mediación de Turquía y la ONU, permite reanudar exportaciones ucranianas bajo supervisión internacional. El pacto prevé la puesta en marcha de corredores seguros para permitir la circulación en el mar Negro de navíos mercantes.
Rusia y Ucrania son grandes potencias agrícolas y su trigo, maíz y girasol, en particular, abastecen el mercado mundial.
Se calcula que entre 20 y 25 millones de toneladas de granos han estado bloqueadas en los puertos ucranianos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, lo que disparó los precios.
Rusia calificó la salida del barco de “muy positiva” y dijo esperar que todas las partes apliquen el acuerdo, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Un convenio parecido firmado en el mismo momento garantiza también a Moscú la exportación de sus productos agrícolas y fertilizantes, a pesar de las sanciones occidentales.
Evacuaciones en Donetsk
En el terreno, las fuerzas rusas continúan bombardeando ciudades ucranianas en las zonas del frente.
Kiev informó que se empezó a evacuar de forma obligatoria la región oriental de Donetsk, en el centro de la ofensiva rusa, después de que Zelenski pidiera abandonar la zona a las 200.000 personas que todavía se cree que permanecen allí.
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que un tren con “mujeres, niños, personas mayores, mucha gente con movilidad reducida” llegó a la ciudad de Kropivnitski, en el centro del país, este martes por la mañana.
Más de 130 personas fueron evacuadas de la región de Donetsk, señaló el gobernador Pavel Kyrylenko.
Las autoridades dijeron que quieren que los residentes estén fuera de la zona antes de la llegada del frío invernal, ya que las tuberías de gas para las calefacciones han sido cortadas.
En el sur del país, el jefe de la administración militar de Kryviy Rih, Oleksander Vilkul, informó en Telegram de la muerte de dos civiles que iban a bordo de un microbús que intentaba salir del pueblo ocupado de Starosillya. Otras cinco personas fueron evacuadas, dos de ellas con heridas graves.
La ciudad de Mikolaiv (sur) fue de nuevo “bombardeada de forma masiva” en la noche del lunes al martes. La localidad está cerca del frente en el sur de Ucrania, donde las fuerza de Kiev están llevando a cabo una contraofensiva.
En la región vecina de Jersón, ciudad bajo control ruso desde el 3 de marzo, “la situación es tensa”, según la presidencia. Pero Ucrania anunció el lunes que retomó 46 localidades ocupadas.
La artillería es decisiva en este conflicto, en el que los ejércitos ucraniano y ruso buscan desgastar a las fuerzas enemigas a golpe de municiones.
Estados Unidos, principal apoyo de Ucrania, anunció el lunes el envío de un nuevo paquete de armas por un valor de 550 millones de dólares, que incluirá municiones para los lanzamisiles HIMARS y 75.000 obuses de 155 mm. Hasta el momento, Washington ha suministrado una ayuda militar de más de $8.000 millones.