San Juan. Puerto Rico celebrará un referendo no vinculante en noviembre para decidir si la isla debe convertirse en un estado estadounidense, anunció el sábado la gobernadora, Wanda Vázquez, en medio de una creciente desilusión de la gente con el actual estatus de Estado Libre Asociado de Estados Unidos.
Por primera vez en la historia del territorio, la consulta hará una sola pregunta simple el día de las elecciones: “¿Debe Puerto Rico ser admitido inmediatamente en la unión?”.
Es una respuesta que requiere la aprobación del Congreso estadounidense y una pregunta que indigna a los partidarios de la independencia de la isla y a los miembros del principal Partido Popular Democrático (PPD, de oposición), que apoya la situación actual.
Sin embargo, es una apuesta que los miembros del partido de la gobernadora -a favor de la estadidad- están seguros de que rendirá frutos políticos, dado que Puerto Rico se ha topado con problemas para conseguir fondos federales con los cuales hacer frente a los huracanes Irma y María, terremotos y ahora la pandemia, en medio de quejas crecientes de que la isla no está recibiendo un trato justo e igualitario de Washington.
“Todo importante en la vida conlleva algún riesgo”, expresó el exgobernador Carlos Romero Barceló, miembro del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Los referendos anteriores han presentado a los votantes más de una pregunta o varias opciones, incluida la independencia o la defensa del estado territorial actual, pero ninguna ha sido tan directa como la programada para las elecciones generales del 3 de noviembre.
Decidir el futuro
“Nuestra gente tendrá, de una vez por todas, la oportunidad de definir el futuro de nuestro pueblo”, afirmó Vázquez. “Nunca es fuera de tiempo de tratar a igualdad a cualquier ciudadano”, agregó.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden votar en las elecciones presidenciales del país. Y aunque la isla está exenta del impuesto federal sobre la renta de Estados Unidos, paga impuestos del Seguro Social, del Medicare (el programa gubernamental estadounidense de asistencia médica para los ancianos) y los locales, pero recibe menos fondos federales que los estados del territorio continental estadounidense.
Escojamos el camino correcto con igual dignidad y con igual patriotismo. Es el momento de que los 3.2 millones de ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico dejen de ser los últimos en la fila. ¡Igualdad plena! pic.twitter.com/gxhg9hJF8h
— Lcda. Wanda Vázquez Garced (@wandavazquezg) May 16, 2020
Muchos creen que el estado de la isla como territorio ha contribuido a los problemas que ha tenido para recuperarse de huracanes y terremotos, además de empeorar su crisis económica, en gran parte causada por décadas de grandes préstamos y la eliminación de incentivos fiscales federales.
El Congreso de Estados Unidos tendría que aceptar los resultados del referendo para que ocurra un cambio en el estatus de la isla. Nunca ha actuado en las cinco consultas anteriores.
Roberto Prats, exsenador de Puerto Rico y miembro del PPD, anticipó en una entrevista telefónica que el próximo referendo será un ejercicio inútil, como los cinco anteriores.
“Para lo único que han servido es parar restarle credibilidad al movimiento estadista”, aseguró. Añadió que Puerto Rico ha erosionado la confianza del Gobierno Federal luego de décadas de corrupción y mala gestión, y que cualquier consulta popular debe contar primero con el apoyo del Congreso de Estados Unidos.
“Si vamos a tomar una decisión de cómo relacionarnos con los Estados Unidos, los Estados Unidos tiene que estar envuelto en esa discusión”, aseguró.