Sochi. Rusia y Estados Unidos expresaron su esperanza de mejorar sus relaciones este martes, tras un encuentro entre el presidente Vladimir Putin y el secretario de Estado Mike Pompeo que puso al descubierto las diferencias por las injerencias electorales rusas.
En un encuentro en la dacha de Putin en el centro turístico de Sochi, en el mar Negro, Pompeo se convirtió en el estadounidense de más alto rango en reunirse con el líder ruso en 10 meses.
"Me gustaría mucho que su visita a Rusia beneficie a las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y promueva su desarrollo", dijo Putin a Pompeo mientras se sentaba frente a él en la sala de conferencias.
Putin elogió la investigación del fiscal especial estadounidense Robert Mueller, a pesar de que concluyó que Rusia intervino ampliamente en las elecciones del 2016 en beneficio del entonces candidato Donald Trump, especialmente mediante la manipulación de las redes sociales.
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Pero la investigación concluyó también que la campaña de Trump no se confabuló con Rusia, despejando un nubarrón que pendía sobre Trump desde su inesperada victoria.
"A pesar de la naturaleza exótica de la comisión del señor Mueller, en general realizó una investigación bastante objetiva y confirmó la ausencia de colusión entre la administración de Estados Unidos y Rusia", dijo Putin.
En una conferencia poco antes con el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, Pompeo advirtió a Rusia que se mantenga al margen de las elecciones del año que viene.
"La interferencia en las elecciones estadounidenses es inaceptable. Si Rusia hace eso en 2020, colocaría nuestras relaciones en peor lugar de lo que han estado", manifestó Pompeo.
"Transmití que hay cosas que Rusia puede hacer para demostrar que este tipo de actividades son cosa del pasado. Espero que Rusia aproveche esas oportunidades", añadió.
En la conferencia de prensa, Pompeo negó que su país quiera ir a la guerra con Irán, y pidió a Rusia que retire su apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro.
El envío al Golfo por parte del gobierno estadounidense de Donald Trump de un portaaviones y bombarderos avivó la tensión con Irán y se ha convertido en otro tema de discordia con Moscú.
"En esencia no buscamos una guerra con Irán" dijo Pompeo.
"Espero que impere el buen sentido", replicó Lavrov. "La región ya vive un exceso de tensión por los diferentes conflictos (...) Vamos a asegurarnos de que la situación no se degenera hasta un escenario militar".
Por su parte, el líder supremo iraní, Alí Jamenei, afirmó también que "no habrá ninguna guerra" con Estados Unidos, según una declaración publicada en su sitio web oficial.
“Este reto no es militar porque no habrá ninguna guerra. Ni nosotros ni ellos buscan la guerra. Saben que no les interesa”, dijo Jamenei en un discurso publicado en el sitio web Khamenei.ir.
Pompeo y Lavrov abordaron también la cuestión de Venezuela, y el primero pidió que Moscú retire su apoyo, pero su llamamiento fue rechazado de plano.
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"Llegó el momento de Nicolás Maduro se vaya, no ha traído más que miseria al pueblo venezolano, y esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine", dijo Pompeo.
En respuesta, Lavrov denunció "las amenazas" estadounidenses a Maduro.
En las últimas semanas, Rusia y Estados Unidos se acusaron mutuamente de injerencia en Venezuela, devastada por la crisis.
Moscú es un aliado esencial del presidente Nicolás Maduro, mientras que Washington apoya al líder opositor Juan Guaidó.
Rusia criticó el respaldo “irresponsable” de Estados Unidos al golpe de Estado fallido contra Maduro y Pompeo afirmó que el presidente venezolano estaba dispuesto a abandonar el país pero que sus apoyos en Rusia lo habían disuadido de hacerlo.