Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, negó este sábado que Moscú esté ayudando a orquestar una crisis que ha dejado a cientos de migrantes de Oriente Medio bloqueados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. ”Quiero que todo el mundo lo sepa. No tenemos nada que ver con eso”, declaró el mandatario al canal Vesti, luego de que Polonia y otros países occidentales acusaran esta semana a Moscú de haber orquestado con Minsk el envío de migrantes a la frontera.
El presidente ruso responsabilizó a los países occidentales por la crisis, diciendo que sus políticas en Oriente Medio fomentaban que los inmigrantes quisieran ir a Europa. Para resolver la crisis, Putin instó a los líderes europeos a hablar con el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, como, según él, estaba dispuesta a hacer la canciller alemana Angela Merkel.
“No debemos olvidar de dónde vienen estas crisis asociadas a los inmigrantes (...) fueron creadas por los propios países occidentales, incluidos los europeos”, afirmó Putin. Por su lado, la líder de la oposición bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, quien huyó del país tras unas disputadas elecciones presidenciales el año pasado, afirmó en Twitter, refiriéndose a Lukashenko: “No puede haber ningún diálogo con el dictador intentando chantajear a los países democráticos”.
Según Bielorrusia, cerca de 2.000 personas –entre ellas mujeres y niños– permanecen en la zona fronteriza. Sin embargo, Polonia asegura que son entre 3.000 y 4.000 y que cada día llegan más. Los migrantes, kurdos en su mayoría, se encuentran atrapados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia bajo temperaturas heladas. Para calentarse, aguardan en tiendas de campaña y queman leña.
Mientras su situación es cada vez más preocupante, Polonia no les permite cruzar y acusa a Bielorrusia de impedirles salir de la zona. El sábado, las autoridades bielorrusas dijeron que estaban entregando tiendas y calentadores a las personas bloqueadas, una medida que podría convertir en semipermanente la presencia de migrantes en esta frontera de la Unión Europea (UE).
Víctimas de crisis migratoria
Hace meses que los migrantes tratan de cruzar la frontera, pero la crisis dio un nuevo giro el lunes cuando cientos de personas intentaron pasar juntas y fueron rechazadas por los guardias fronterizos polacos. La Policía polaca informó de que se había hallado el cuerpo sin vida de un joven sirio en el bosque cerca de la frontera. “Las causas de la muerte no han podido ser determinadas en el lugar mismo”, indicó el cuerpo de seguridad en un comunicado.
Esta muerte elevaría a 11 el número de víctimas mortales de la actual crisis migratoria, según estimaciones de ONG. Un soldado, miembro del contingente desplegado por Polonia en la frontera con Bielorrusia, murió tras un “lamentable accidente”, anunció el ejército polaco. Según los primeros elementos comunicados por el ejército, “su arma de servicio se disparó (...) sin participación de terceros”.
La UE acusa a Bielorrusia de organizar estos movimientos de migrantes, entregando visados e incluso fletando vuelos, con el fin de intentar crear una crisis migratoria en Europa, en respuesta a las sanciones internacionales contra el gobierno de Lukashenko. De hecho, la semana que viene, el bloque europeo prevé ampliar las sanciones por “trata de personas”.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, aseguró en una entrevista este sábado con el diario francés Le Figaro que las sanciones serían “aprobadas y aplicadas”. Según explicó, se aplicarían entre otros a la compañía aérea estatal Belavia, acusada de fletar a grupos de migrantes desde Turquía hacia Minsk.
El principal asesor de política exterior del presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo a la AFP que culpar a Turquía estaba “fuera de lugar”. La aerolínea privada siria Cham Wings Airlines anunció el sábado que interrumpía sus vuelos a Minsk. ”Debido a la difícil situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, y porque la mayoría de los pasajeros de nuestros vuelos a Minsk son ciudadanos sirios, hemos decidido suspender nuestros vuelos” a esta ciudad a partir del sábado.
La empresa dijo que tomó esta decisión por "no poder diferenciar" entre los migrantes y los demás, según un comunicado.
La tensión sigue creciendo en la frontera y ambos países han desplegado sus tropas. El viernes, Bielorrusia advirtió que “respondería severamente” a cualquier ataque dirigido contra su territorio. Pese a la presión de Occidente, Lukashenko puede contar con el apoyo de su principal aliado, Rusia. Tropas aéreas de ambos países realizaron el viernes “ejercicios de combate” cerca del sector.
Sin embargo, el apoyo de Moscú a Minsk suele ser cauto. En una entrevista, Putin dijo no saber nada sobre las amenazas esta semana de Lukashenko sobre cortar el tránsito de gas ruso a través de Bielorrusia hacia Europa. ”Honestamente, es la primera vez que oigo esto”, mencionó el presidente ruso. “Nunca me ha hablado de ello (...). Probablemente podría hacerlo, pero no estaría bien”. “Por supuesto, le hablaré de este tema, sino lo ha dicho simplemente en un giro de humor”, añadió.