Un día antes de que Juan Guiadó tomara las funciones como presidente encargado de Venezuela, la Asamblea Nacional de ese país, de mayoría opositora, nombró a Gustavo Tarre como representante especial para la Organización de Estados Americanos (OEA).
El nombramiento de Tarre fue uno de las primeros movimientos que se fraguó en el reciente desafío contra Nicolás Maduro impulsado por los opositores con fuerte respaldo de Estados Unidos y la mayoría de países del continente americano.
Desde su nombramiento, que se hizo el 22 de enero, Tarre se ha dedicado en Washington a fortalecer el respaldo internacional para Guaidó. Asimismo, solicitó ayuda a la OEA para organizar las próximas elecciones presidenciales.
En una entrevista que concedió a La Nación vía telefónica el 5 de marzo, Tarre afirma que el uso de la fuerza no será necesario en Venezuela, pues espera una pronta salida del poder de Maduro.
Además, asegura que fueron fuerzas paramilitares las que atacaron los camiones de ayuda humanitaria que intentaron ingresar de Colombia a Venezuela, el 23 de febrero.
– ¿Es suficiente el apoyo internacional que ha conseguido Guaidó hasta el momento? ¿Cómo evalúa este respaldo?
– Desde el punto de vista cualitativo la importancia al apoyo del presidente encargado Juan Guaidó es extremadamente favorable y desde el punto de vista cuantitativo es absolutamente suficiente, porque hay más de 60 países que ven el problema sobre lo que puede ocurrir en Venezuela y hay un interés simultáneo.
“Todos los países que están apoyando a Guaidó son países democráticos, solo nos faltan dos en el continente americano que son México y Uruguay, mientras que quienes adversan al gobierno de Guaidó son países como Nicaragua, Rusia, Turquía que son países autoritarios o totalitarios”.
– ¿Cuáles son los próximos pasos que se van a seguir en la presión internacional?
– Hay un aspecto que es el cerco diplomático y es que en forma creciente no solamente se busca un reconocimiento al gobierno de Guaidó, sino también un reemplazo de la delegación diplomática de Maduro por los representantes designados por Guaidó y esto ocurre no solamente a nivel de los países, sino también en las instituciones multilaterales.
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“En los próximos días se va a producir un anuncio importante en el Banco Mundial, en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Interamericano de Desarrollo, estas organizaciones van a desconocer al gobierno de Maduro y a reconocer a Juan Guaidó”.
– ¿Considera un fracaso para Guaidó que la ayuda humanitaria no entrara a Venezuela en la fecha que estaba previsto el ingreso?
– Fue un fracaso para el país. Había miles de personas esperando que ingresaran medicinas y alimentos y no dejaron pasar los camiones, quemaron tres camiones, cosa que da una idea de la poca conciencia de quienes actúan de esa forma, porque un país que está padeciendo hambre y desnutrición, que mueren niños por desnutrición severa, quemar la comida antes de dejarla pasar revela el estado de sectarismo y de odio.
“Claro que fue un fracaso. Hubiésemos querido que toda la cantidad de medicamentos que habían en la frontera de Colombia desde primera hora hubiesen empezado a recorrer toda Venezuela y a ser repartidos. Esa intención era la que teníamos, pero mucho mayor fracaso es para el régimen de Maduro que tuvo que recurrir a la violencia y a las fuerzas paramilitares”.
– ¿Barajaban la opción de que la ayuda no ingresara y de que cientos de militares desertaran?
– En la práctica podemos decir qué ocurrió. Las tropas que custodian la frontera no participaron en ninguna actividad represiva o intento de bloquear la ayuda humanitaria, eso lo hicieron los llamados colectivos, que son fuerzas paramilitares armadas del gobierno. Lo hicieron presidiarios que recibieron uniformes militares y armamento, y de esto hay documentación y videos que lo demuestran, estos no son inventos de la oposición.
“La ministra de prisiones aparece rodeada de civiles armados con armas largas entregando uniformes a la población de reclusos que está en ese momento con traje amarillo y luego de policías que fueron llevados de Caracas a la frontera colombiana para impedir la entrada de la ayuda humanitaria, es decir, que la esperanza que teníamos que las fuerzas armadas no iban a oponerse se cumplió, no habíamos previsto que iban a sustituir a los militares con estos grupos irregulares”.
– ¿Qué significa que Guaidó no haya sido detenido este lunes al ingresar al país pese a tener una orden judicial de que no podía salir del país? ¿Es una señal de debilidad del gobierno de Maduro?
– Lo insólito es que esa orden judicial se dicta porque se había aprobado una prohibición de salida del país, pero resulta que los diputados en Venezuela, como en todas partes del mundo, tienen inmunidad y no pueden verse restringidos en su movimiento, en consecuencia la orden no tenía ningún valor jurídico.
"En todo caso, este primer elemento no es ninguna razón para tratar de impedir que Juan Guiadó ingrese a su país o salga de su país, pero lo que sí es un hecho es que después de la amenaza no se atrevieron a hacerla cumplir y creo que ahí intervienen varios factores: el primer factor es que un grupo importante de embajadores se traslada al aeropuerto para acompañar al ´presidente encargado en el momento de su llegada, pero lo que es mucho más importante es que tanto los funcionarios de aduanas como los empleados de Migración se jugaron sus cargos allí, no solamente recibieron a Juan Guaidó, sino que se tomaban fotos con él, lo aplaudían, al igual que una inmensa multitud que bajó de Caracas y que fue además de las poblaciones más vecinas, porque el aeropuerto queda en el estado Vargas, que es el estado que Juan Guaidó representa en la Asamblea Nacional. Entonces era muy difícil que se hiciera en ese ambiente un intento de llevarse al presidente encargado.
“Eso se ha visto como un rasgo de debilidad, pero creo que eso al gobierno le importa muy poco, es un cálculo político en el que el costo era demasiado elevado y hay que tomar en cuenta un hecho que es muy importante, que en Venezuela esa decisión no la toma el venezolano, esa decisión la toma el cubano. Todo lo relacionado con seguridad queda bajo estricto control de la gente de seguridad cubana, ellos debieron haber sacado la cuenta de que a pesar de todo lo que amenazaron esos funcionarios del gobierno, eso no era conveniente y no hubo acción violenta”.
– ¿Y no cree posible que detengan a Guaidó en otro momento cuando no exista ese foco de atención?
– Cuando uno está enfrentando una dictadura todo es posible. Yo no lo considero muy probable, pero tampoco es imposible. Una de las características del poder dictatorial es que es caprichoso y que puede hacer las cosas así la lógica esté en contra de ellas, entonces no es totalmente descartable, pero lo considero poco probable.
– ¿Ha recibido información sobre una división en los grupos cercanos a Maduro? Diosdado Cabello por una parte y los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez por otra.
– Es absolutamente evidente que hay dentro del chavismo divisiones muy marcadas. Hay un sector importante que piensa que el sostener a Maduro es imposible y preferiría una negociación que permitiría la salida de Maduro del poder.
"Sin embargo, hay sectores que se aferran al poder, sobretodo sectores que están vinculados a violaciones de derechos humanos, a crímenes de lesa humanidad, y a hechos graves de corrupción, como robo de dinero público. Esos sienten que tienen un destino muy incierto en el sentido de que si llegan a salir del país la Justicia internacional los va a capturar y van a terminar presos, entonces lo que trae es desencuentros en sectores distintos del chavismo.
“Lo que es un denominador común es que un gobierno que no tenga absolutamente nada en el sentido que no pueda decir que las cosas van a mejorar, porque se tiene este o aquel plan, como es el gobierno de Maduro, es un gobierno que no dura. Normalmente cuando un gobierno enfrenta una crisis presenta un programa de cómo salir de la crisis, Maduro no solamente no tiene ningún programa para no salir de la crisis, sino que su permanencia significa que cada día va a ser peor y en esa perspectiva el sustento del gobierno cada día es menor”.
– ¿Cómo toma que Costa Rica evitara firmar la última declaración del Grupo de Lima? Luego de que fue uno de los países que fundó ese foro.
– El motivo por el cual no firmaron esta declaración es una razón que yo presumo, aunque no tengo ninguna información oficial, de que ellos están formando parte del grupo de contacto bajo el auspicio de la Unión Europea que se está reuniendo y tratando de buscar una solución negociada con Nicolás Maduro. Presumo que Costa Rica, miembro de ese grupo de apoyo, prefirió no incluirse en una declaración en la cual hay una condena muy radical y que probablemente excluía a Costa Rica como una parte de negociación o de mediación.
– Ha pasado poco más de un mes desde que Guaidó es el presidente encargado de Venezuela, podría entrarse en un momento en el que no pase nada.
– Muy poca gente pensaba que esta situación podía durar un mes. Ahora, creo que nadie se sorprendería si mañana sale la noticia de que Maduro tomó un avión a Cuba o a Corea del Norte. El gobierno tiene una base muy muy débil, solo se sostiene con el uso de la represión y de la fuerza, cada vez cuenta con menos apoyo militar y eso hace que su prolongación indefinida esté totalmente descartada.
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"Es muy difícil hacer predicciones temporales, lo que sí yo no creo es que pueda haber una prolongación indefinida de la actual situación, no solamente porque es muy difícil que coexistan dos personas que se consideren presidentes, sino por el desastre socioeconómico que está viviendo Venezuela.
“El hambre, la escasez, la enfermedad, la ausencia de medicamentos, la ausencia de tratamiento médico, el desastre de la educación... todo eso conduce a que el país en un momento dado no soporte más y por cualquier vía se produzca la salida de Nicolás Maduro”.
– ¿Ve posible una intervención militar?
– Creo que esa intervención militar no va a hacer falta, creo que es una cosa que debe descartarse. Si la fuerza armada se coloca en una posición de reprimir y de negar cualquier expresión democrática y yo no creo que eso ocurra, pero si llegase a ocurrir no sería descartable. Por eso cuando se dice que todas las posiciones están sobre la mesa, lo que se plantea es que al producirse una posición sesgada de parte del régimen de Maduro y utilice la represión y la fuerza bruta para reprimir el anhelo popular, en ese caso a lo mejor no se descarta la intervención militar. Lo que yo siento que esa intervención militar no es necesaria, porque el gobierno se va a caer mucho antes.
– ¿Considera que el apoyo de Estados Unidos es fundamental para Guaidó o que más bien es algo que pueda perjudicarlo en un mediano o largo plazo?
– El punto que estamos viendo es una lucha de la democracia contra la dictadura y dentro de esa democracia caben todas las formas de persuadir la democracia. Hay regímenes de izquierda, liberales o muy progresistas y eso llega hasta el presidente Bolsonaro de Brasil, que fue electo por una plataforma muy regia en la derecha.
“En el camino entre unos y otros se unen todos los demócratas. Este no es un pleito de Maduro y Estados Unidos, es un pleito de la democracia contra la dictadura. Es un enfrentamiento entre lo que debe ser y lo que no debe ser, por consecuencia nosotros no ubicamos el problema si encabeza Estados Unidos, aunque no subestimamos el peso que tiene la democracia más grande del mundo en una lucha como esta. El apoyo del gobierno, del Congreso y del pueblo norteamericano lo agradecemos infinitamente, pero igual agradecemos el apoyo de otros gobiernos, de países que a lo mejor no tienen el mismo peso económico o militar, pero que quizá tienen una fuerza moral muy grande y es el ejemplo de Costa Rica, que tiene instituciones sólidas”.
– ¿Cuáles acciones está implementando usted desde la OEA?
– Lo que estoy haciendo es preparando la colaboración que la OEA le va a prestar al nuevo gobierno. Nosotros tenemos que realizar elecciones y la OEA tiene una experiencia muy grande en todo lo que es organización electoral y observación electoral para garantizar que las elecciones sean limpias.
“Luego tenemos un problema de derechos humanos. El gobierno de Guaidó plantea la reinserción de Venezuela en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Desde hace 19 años no hay una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque el gobierno venezolano las ha prohibido. Venezuela se salió de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en San José, y no acepta su monitoreo.
“También estamos solicitando la colaboración de la OEA en la búsqueda de mecanismos en contra de la corrupción. Los niveles de corrupción que se han alcanzado en Venezuela son una especie de récord mundial que habla de $300.000 millones sustraídos de las arcas públicas y que pasaron al bolsillo de funcionarios corruptos y la OEA tiene una experiencia en el manejo de ese problema”.
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– ¿Manejan un plazo para convocar a estas elecciones?
– Todo depende de la velocidad con que se pueda lograr. En Venezuela el sistema electoral fue destruido. En las últimas elecciones venezolanas votaron los muertos, hubo gente que votó varias veces porque disponían de varias cédulas de identidad.
“Ese registro tiene que ser reestructurado y depurado. En los últimos años no se dejó votar a los venezolanos residentes en el exterior, hoy en día son más de 3,5 millones. Hay que tener una autoridad electoral imparcial y eso puede tomar tiempo. Estamos trabajando para que sea lo más pronto posible. He solicitado a la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA que desde ya empiece a colaborar con nosotros, en todo lo que hay que hacer para llamar a elecciones libres lo más rápido posible”.