Washington. Los candidatos queman sus últimos cartuchos para las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre en Estados Unidos, en las que los republicanos parten con ventaja, según los sondeos, y podrían ser decisivas para el futuro político del presidente Joe Biden.
Las encuestas consideran probable que una “ola roja” republicana deje al partido de Biden sin su escasa mayoría en la Cámara de Representantes de 435 escaños. Es más incierto lo que podría suceder en el Senado, que renueva un tercio de sus 100 miembros.
La economía es el principal lastre para los demócratas de Biden en estos comicios, en los que también se elige a una treintena de gobernadores estatales.
La inflación anual de 8,2% ha desbancado al derecho al aborto como prioridad de los votantes, obligando a los demócratas a reformular sus mensajes finales para decir que los estadounidenses ahorrarán dinero si votan por ellos en las legislativas.
También afirman que los republicanos quieren reducir derechos, que el ala más a la derecha del partido representa una amenaza y que el expresidente Donald Trump habría influido en el asalto al Capitolio en 2021.
La realidad se impone
Entre tanto, los republicanos se enfocan en la violencia urbana, un asunto que les ha ayudado a lograr avances en algunos estados bisagra, es decir aquellos cuyo voto oscila entre uno y otro partido. Acusan a los demócratas de ser blandos contra el crimen.
En la recta final de campaña los republicanos parecen convencer en bastiones demócratas, con candidatos que aprovechan cualquier oportunidad para intentar conseguir un escaño que otrora estaba fuera de su alcance.
Estrategas de ambos partidos ven cómo distritos de Nueva York, Oregón y Connecticut, que ganó Biden por dos dígitos en 2020, vuelven a estar en disputa.
“Pensamos por un momento que podríamos desafiar la gravedad, pero la realidad se está imponiendo”, dijo Sean McElwee, director ejecutivo de Data for Progress, una firma encuestadora afín a la izquierda, al diario The New York Times. El Senado está actualmente en manos de los demócratas por un solo voto, el de la vicepresidenta Kamala Harris.
En los estados de Pensilvania, Arizona y Nuevo Hampshire, los demócratas están al frente en los sondeos por poco y han visto reducir su ventaja. Los republicanos lideran la intención de voto en Nevada, donde la campaña está muy reñida, y en Winsconsin.
Georgia ha regresado al bando rojo a pesar de la convulsionada campaña de Herschel Walker, candidato republicano al Senado declarado antiabortista pero acusado de pagar y presionar a una de sus parejas para que interrumpiera el embarazo.
Según los sondeos, la mayoría de los votantes de origen latino también votará por los demócratas, pero los republicanos ganan terreno en esta comunidad.
Más de 21 millones de personas de 46 estados ya votaron, pero los resultados electorales podrían hacerse esperar días en algunos estados.
Si los republicanos recuperan cualquiera de las cámaras, han prometido emprender investigaciones contra la administración Biden. Entre otros apuntan al propio presidente y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Voto castigo
Las elecciones de medio mandato se celebran dos años después de las presidenciales y se convierten en un referéndum de hecho sobre el inquilino de la Casa Blanca. El partido del presidente rara vez escapan al voto castigo.
Perder el control del Congreso sería una dura derrota para Biden, que pronto cumplirá 80 años y dice “tener la intención” de presentarse a la reelección en 2024.
Biden, que ya votó por anticipado, irá esta semana a Florida, Pensilvania, Maryland, Nuevo México y California para defender a los candidatos demócratas.
Cuenta con la ayuda del expresidente Barack Obama, que emprendió una gira que lo llevará esta semana a Nevada, Arizona y Pensilvania.
“Entiendo que puedan estar preocupados por el rumbo del país. A veces es tentador simplemente desconectarse y ver fútbol, ver ‘Bailando con las estrellas’”, dijo Obama refiriéndose a los estados indecisos. “Estoy aquí para decirles que desconectarse no es una opción”.
Trump, por su parte, también está en campaña, con una serie de actos en Iowa, Florida y Pensilvania, ignorando el rosario de investigaciones en su contra.
Algunos republicanos están preocupados de que su margen de victoria se reduzca si algunos candidatos respaldados por Trump pierden, pero la mayoría del partido se mantiene firme con el magnate de 76 años.