Berlín. Con el objetivo de invertir los sondeos previos a las elecciones legislativas alemanas, el heredero de Ángela Merkel, el impopular Armin Laschet, lanzó varios dardos a su principal rival, el socialdemócrata Olaf Scholz, en el debate televisivo de este domingo.
El democristiano Laschet (centro– derecha) salió a la ofensiva y acusó a Scholz, actual vicecanciller y ministro de Finanzas, de querer componer una coalición con la izquierda radical y también le reprochó sus presuntos casos judiciales.
Superado en los sondeos por el SPD que lidera Scholz, el favorito en los sondeos para suceder a Merkel en la cancillería tras las elecciones del 26 de setiembre próximo, Laschet no dispone de mucho tiempo para frenar la caída de la CDU– CSU.
Esta alianza conservadora se encuentra a un nivel históricamente bajo, de solo el 20% en las encuestas.
En el poder desde hace 16 años, los demócrata– cristianos están “al borde del abismo”, pues se anticipa que caerán ante Scholz, quien para el semanario Der Spiegel es la “encarnación del aburrimiento en política”.
Un soplo de esperanza llegó con una encuesta de YouGov, el viernes: los conservadores están frenando la hemorragia en estas últimas semanas y aumentaron un punto (21%), pero el socialdemócrata SPD también ganó otro y se despega a la cabeza (26%).
El candidato de la CDU había depositado grandes esperanzas en el debate del domingo, el segundo de la campaña, en que criticó duramente a su rival.
"Si los números os dan una mayoría, apostaréis por una coalición con la izquierda", reprochó Laschet a Scholz sobre un posible pacto del SPD con Die Linke (La Izquierda).
Scholz, quien no descartó alianzas con ninguna formación, fijó sus condiciones para pactar.
“Cualquiera que quiera gobernar Alemania debe afirmar claramente que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es importante para nuestra seguridad”, aseveró en una referencia evidente a las diferencias de Die Linke con la organización transatlántica.
Grandes favoritos para estas elecciones hasta comienzos del verano (boreal), los demócrata– cristianos se han visto perjudicados por los errores de Laschet, en especial una risita captada por las cámaras durante un discurso solemne del presidente de la República en una zona devastada por las inundaciones estivales.
Con dificultades para preparar su sucesión, Merkel, quien había mantenido un bajo perfil, se vio obligada a lanzarse a la arena electoral.
Tras un desplazamiento muy mediático a comienzos de setiembre con Laschet a una zona de desastre, Merkel no dudó el martes en aprovechar la tribuna del Bundestag para ensalzar las cualidades del candidato demócrata– cristiano.
Ante los diputados del Bundestag, reunidos en el último pleno de la legislatura actual, la líder insistió en que "el mejor camino" para Alemania es "un gobierno dirigido por Armin Laschet como canciller".
Pero la ofensiva de Merkel no ha sido eficaz para revertir la tendencia.
El campo conservador se vio minado durante la primavera boreal por la lucha entre Laschet y el mucho más popular líder bávaro Markus Söder, que llevó la tensión a su punto álgido.
El líder de la CSU (bávara) en el Bundestag, Alexandre Dobrindt, aconsejó a Laschet a ser más agresivo con sus opositores y no rehuir a la "confrontación, inclusive conflictos".
Laschet puso inmediatamente esto en práctica, quien bajo el pretexto de allanamientos realizados en el ministerio de Finanzas en el marco de una investigación judicial, "agredió" a Scholz y a su partido.
Sin embargo, esta nueva actitud podría desagradar al electorado alemán, que prefiere que se aborden los temas de fondo.
La gran mayoría de los encuestados piensa que temas como educación, jubilaciones o tecnología digital no han sido suficientemente tratados, de acuerdo con un estudio de Civey.