Washington. Estados Unidos acusó este viernes a Rusia de haber “preposicionado” agentes en Ucrania para llevar a cabo una operación que podría servir de “pretexto para una invasión”. “Rusia sienta las bases para tener la posibilidad de fabricar un pretexto para una invasión, incluso a través de actos de sabotaje y operaciones de información, acusando a Ucrania de planear un ataque inminente contra las fuerzas rusas en el este de Ucrania”, dijo la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, detallando a la prensa información que Washington afirmó disponer.
“El ejército ruso prevé iniciar estas actividades varias semanas antes de una invasión militar, que podría comenzar entre mediados de enero y mediados de febrero”, advirtió, y estimó que un ataque de este tipo podría ir acompañado de “violaciones generalizadas de los derechos humanos y de crímenes de guerra si fracasa la diplomacia”, comentó Psaki.
Por su parte, el vocero del Pentágono, John Kirby, opinó que la información era “muy creíble” y explicó que estos agentes podrían provenir de “servicios de inteligencia, servicios de seguridad e incluso del ejército” rusos. Sus fuerzas son a menudo “híbridas” hasta el punto de que “los límites no son necesariamente muy claros sobre a quién responden específicamente en estas operaciones más encubiertas”, argumentó.
Moscú rechazó de plano estas acusaciones: “Hasta ahora, todas esas declaraciones han sido infundadas y no hay nada que las confirme”, declaró el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, citado por la agencia TASS. Una serie de reuniones de alto nivel esta semana entre Occidente y los rusos no ha evitado, por el momento, el riesgo de una nueva guerra en Ucrania.
Estadounidenses, europeos y ucranianos acusan a Rusia de desplegar al menos 100.000 soldados en la frontera con vistas a una posible invasión del país vecino. De su lado, Moscú niega tener intención de hacerlo y afirma que quiere defenderse de la política de ampliación hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que considera amenazante a sus puertas.
Psaki también se refirió a la ola de ataques cibernéticos sufridos el viernes por Ucrania, que dejaron fuera de servicio a varios sitios web del Gobierno, y aseguró que Estados Unidos está “preocupado por el ciberataque a gran escala”.
“No hemos determinado quién es el responsable en esta etapa (...). Los líderes de opinión rusos ya han comenzado a crear provocaciones ucranianas en los medios públicos y las redes sociales para justificar la intervención rusa y sembrar la división en Ucrania”, indicó la portavoz.
El Gobierno de Kiev calificó el ataque del viernes de “masivo” y sostuvo que diversas agencias y oficinas estatales “están temporalmente fuera de servicio”, aunque aseguró que no se produjeron daños importantes. La autoría del ataque no fue reivindicada.
Una de las hipótesis que se barajan es que como prolegómeno de una ofensiva militar, se lanzó un gran ataque informático contra las infraestructuras estratégicas ucranianas para desorientar a las autoridades. Ucrania ha sido objeto de varios ciberataques en los últimos años atribuidos a Rusia.
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