Se profundiza fractura en derecha francesa tras adelanto de elecciones

El presidente de LR, Éric Ciotti, propuso esta semana una alianza con el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen para los comicios, una posibilidad que rechazó la mayoría de responsables de su formación y que condujo a su exclusión del partido el miércoles.

Pero este jueves, Ciotti afirmó que seguía siendo el líder y estimó que su destitución era legalmente nula. “Soy presidente del partido, voy a mi despacho y punto”, declaró a la prensa a su llegada a la sede del partido en París, afirmando que impugnó su destitución ante los tribunales.

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Ciotti, al frente del partido de derecha que gobernó Francia en el pasado con los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, aseguró que comparte con RN una visión conjunta de los “valores de derecha” y que esto le permitiría a Los Republicanos “conservar diputados”.

La ultraderecha es favorita en los sondeos para las legislativas anticipadas a dos vueltas del 30 de junio y 7 de julio.

Hasta hoy nunca los partidos de la llamada derecha republicana aceptaron alianzas con la ultraderecha y, al contrario, llamaron incluso a la izquierda a hacer frente común.

Pese a la oposición de los altos cargos, algunos miembros del partido conservador siguen abiertos a votar por candidatos ultraderechistas. François-Xavier Bellamy, el cabeza de lista del Los Republicanos a las elecciones europeas del domingo, dijo el jueves que “por supuesto” votaría a un candidato de RN frente a la izquierda en una segunda vuelta.

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“Haré todo lo posible para impedir que La Francia Insumisa (LFI) llegue al poder”, declaró Bellamy a la emisora Europe 1, refiriéndose a la formación de extrema izquierda que pactó una alianza con otros partidos de izquierda de cara a las legislativas.

Macron conmocionó a Francia el domingo con la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, tras la victoria de la extrema derecha francesa en las elecciones al Parlamento Europeo.

El adelanto electoral no afecta a Macron, que continuará como presidente hasta 2027, pero corre el riesgo de que durante el final de su segundo y último mandato tenga que compartir el poder con un gobierno de otro color político en una “cohabitación”.