El Senado de Chile rechazó este martes la acusación constitucional enviada por los diputados para destituir al presidente Sebastián Piñera por el caso de la venta de una minera en 2010, que según los “Papeles de Pandora” se produjo en un paraíso fiscal, y el mandatario seguirá así en su cargo.
Con 24 votos a favor, 18 en contra y una abstención, los promotores de la acusación o juicio político -parlamentarios de la oposición- no consiguieron la mayoría necesaria de 29 votos para destituir al mandatario. Con este resultado, se cierra el proceso sin ninguna consecuencia política para Piñera.
"La defensa ha sido contundente en desvirtuar cada uno de los hechos que están establecidos en las causales de este juicio político", dijo el senador oficialista Francisco Chahuán.
El presidente fue acusado de atentar contra el principio de probidad y el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación y haber comprometido el honor de la nación, tras conocerse los términos en los que se vendió la minera Dominga por parte de una empresa de sus hijos en 2010, revelados por el trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en un caso conocido como "Papeles de Pandora".
La acusación había sido aprobada en la Cámara de Diputados la semana anterior, en una maratónica sesión que se alargó por casi 24 horas.
En el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, se escucharon aplausos cuando matemáticamente los senadores oficialistas sumaron los apoyos suficientes para el rechazo de la acusación pese a que restaban aún una decena de legisladores por argumentar su voto.
Sin fundamentos
El abogado de Piñera, Jorge Gálvez, había repetido en la sesión en la Cámara Baja la semana pasada y este martes que la acusación contra el mandatario carecía de fundamentos.
"Solicito rechazar en todas sus partes la presente acusación constitucional que demostraré que carece de todo fundamento fáctico y jurídico. (...) Hay aquí un intento de distorsionar hechos fundamentales", afirmó Gálvez durante la defensa de Piñera en el comienzo de la sesión de este martes.
El mandatario recibió en su favor los votos o abstenciones de todo el arco político oficialista, que entre los argumentos entregados durante las intervenciones de 15 minutos cada una, destacaron el intento de la oposición por dañar la reputación de Piñera.
"Esta acusación al presidente Sebastián Piñera, rechazada por el Senado, es profundamente injusta, y una muestra de quienes sin razón buscan enlodar la democracia. El presidente merece todo reconocimiento y respeto por liderar nuestro país en momentos tan duros como la pandemia", dijo el ministro de Defensa, Baldo Prokurica, en su cuenta de Twitter cuando aún no se había votado en la cámara alta.
Entre el bando oficialista, el senador de Unión Demócrata Independiente, Claudio Alvarado, sostuvo que la oposición acusó al mandatario "sin mérito jurídico alguno" y el senador de Renovación Nacional, José García, la calificó como "torcidamente fundada".
Segunda acusación salvada
Este es el segundo intento de destitución del presidente de Chile, que asumió en marzo de 2018, y que tras la crisis social de 2019 no logró recuperarse ante uno de los periodos más difíciles en 31 años de democracia.
En esta ocasión la oposición había conseguido sortear el primer trámite legislativo en la Cámara de Diputados en una extenuante sesión en la que alcanzaron los votos justos para aprobarla.
"Lamento que la derecha defienda a Piñera corporativamente. Su pragmatismo se cuadra con los negocios de grandes empresarios. No les importan los conflictos éticos entre negocios y política, tampoco la protección del medioambiente", indicó el senador Juan Ignacio Latorre, del izquierdista Frente Amplio, quien votó a favor de destituir al presidente.
Las acciones del presidente están "torciendo la institucionalidad para desarrollar negocios en que tiene intereses", destacó la senadora socialista Isabel Allende; y el independiente Carlos Bianchi alegó que Piñera "ha colocado los intereses privados y de su familia por sobre el interés general de la nación".
La operación
Según la investigación de los medios chilenos CIPER y LaBot, incluidos en los "Papeles de Pandora", los hijos de Piñera vendieron la minera Dominga al empresario Carlos Alberto Delano -íntimo amigo del presidente- por 152 millones de dólares.
La operación, que tuvo lugar durante el primer gobierno de Piñera (2010-2014), se realizó en su mayoría en Islas Vírgenes.
El pago se tenía que hacer en tres cuotas. Una polémica cláusula supeditaba el último pago a "que no se estableciese un área de protección ambiental sobre la zona de operaciones de la minera, como reclamaban grupos ambientalistas".
Una vez que Piñera asumió el poder, esa área, que abarca un verdadero tesoro natural a orillas del Pacífico, no fue considerada como zona de protección recomendada por su antecesora Michelle Bachelet (2006-2010).