Washington
El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves un paquete de sanciones contra Rusia por su intervención en la última elección presidencial y ahora el presidente Donald Trump debe decidir si apoya o veta estas duras medidas.
El texto fue denunciado por Moscú, pero también criticado por la Unión Europea (UE), ya que permite penalizar a las empresas europeas.
La iniciativa también pone nuevas sanciones a Irán, por terrorismo, y a Corea del Norte, por sus ensayos nucleares.
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Los legisladores estadounidenses buscan represalias contra Rusia después de una campaña de desinformación atribuida a Moscú durante la elección presidencial de Estados Unidos.
El consenso es casi total en el Congreso, donde Moscú tiene amigos contados con los dedos de una mano. El jueves, la aprobación en el Senado fue de 98 votos contra dos, mientras el martes en la Cámara de Representantes la iniciativa obtuvo 419 votos contra tres.
Trump intenta desde su elección mejorar las relaciones con Rusia, para disgusto de muchos legisladores, que ven en Moscú un adversario más que un socio, y podría vetar el texto, pero sería una solución de corto plazo con un alto costo político.
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Al Congreso podría levantar el veto con una mayoría de dos tercios. En general, los presidentes se evitan esta humillación optando por un respaldo tardío a la legislación.
El texto también prevé un mecanismo sin precedentes que desagrada a la Casa Blanca: los legisladores pueden arrogarse el derecho de intervenir si alguna vez Trump decide suspender las sanciones existentes contra Rusia.