Río de Janeiro. Miles de personas se manifestaron este domingo en apoyo al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y también protestaron contra el sistema de votación electrónica vigente desde 1996.
En Río de Janeiro, alrededor de 3.000 personas marchaban por la playa de Copacabana, la mayoría sin tapabocas y vestidas de amarillo y verde, los colores de la bandera brasileña.
“Lo que queremos es que los votos puedan ser recontados públicamente, que haya más transparencia, porque ya ha habido sospechas de fraude”, dijo a la AFP Ronaldo Calvalcante, un hombre de 46 años que se manifestaba en Río.
El presidente Bolsonaro, quien busca la reelección en 2022, no pide que se vuelva a las papeletas de votación, sino que se imprima un recibo después de cada voto en la urna electrónica, para que los votos puedan ser recontados físicamente.
“¡La votación estrictamente electrónica es un robo! Votar con recibos impresos no es complicado, la gente se adaptará”, aseguró Roxana Guimaraes, una enfermera de 45 años.
Para los analistas, lo que el líder ultraderechista está haciendo es preparar el terreno para impugnar el resultado en caso de derrota, como lo hizo el expresidente estadounidense Donald Trump, de quien Bolsonaro es un ferviente admirador.
En Copacabana, la playa más turística de Río, ondeaba una gran bandera brasileña con la inscripción “Patria Amada”, el lema oficial del gobierno de Bolsonaro, que fue izada en lo alto de una grúa.
‘Lo que sea necesario’
El presidente Bolsonaro no participó directamente en la manifestación, que también reunió a miles de personas en Brasilia, pero pronunció un discurso por videoconferencia en el que reiteró que no aceptaría unas elecciones que no fueran “limpias y democráticas”.
Agregó que hará “lo que sea necesario” para imponer la impresión de los recibos en papel para la votación electrónica.
El jueves, durante su Facebook Live semanal, el jefe de Estado habló durante más de dos horas sobre su convicción de que hubo fraude en las dos últimas elecciones presidenciales, afirmando que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018.
Pero no presentó ninguna prueba de estos fraudes, mientras que el Tribunal Superior Electoral (TSE) asegura que el sistema actual es completamente transparente y nunca se ha visto empañado por irregularidades.
Hace tres semanas, Bolsonaro ya había despertado polémica cuando sembró dudas sobre la realización de las elecciones de 2022.
“O hacemos elecciones adecuadas en Brasil, o no habrá elecciones”, aseguró.
Calificó de “imbécil” al presidente del TSE, Luis Roberto Barroso, quien estima que la impresión de los recibos en papel podría exponer el voto “a los riesgos de manipulación del pasado”.
El fin de semana pasado, decenas de miles de personas se manifestaron en Brasil para exigir la destitución del presidente Bolsonaro, muy criticado por su manejo de la pandemia de covid–19, que ha dejado más de 550.000 muertos en el país.