Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años y destacado estudiante que fue premiado con $500 por la organización sin ánimo de lucro National Math and Science Initiative, fue identificado por las autoridades como el principal sospechoso del intento de asesinato del expresidente y actual precandidato republicano Donald Trump.
El FBI confirmó la identidad de Crooks. El incidente ocurrió cuando el joven, armado con un rifle semiautomático AR-15, abrió fuego desde el tejado de un edificio situado a unos 140 metros de donde Trump pronunciaba un discurso. Inmediatamente, fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
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Crooks no llevaba ninguna identificación en el lugar del tiroteo, por lo que fue necesario recurrir a fotografías y análisis de ADN para confirmar su identidad. El joven residía en los suburbios de Pittsburgh, Pensilvania, a una hora en auto de Butler, donde Trump celebraba su mitin de campaña.
Perfil del sospechoso
El FBI todavía no ha determinado los motivos que llevaron a Crooks a perpetrar el ataque. A pesar de estar registrado como votante republicano para las próximas elecciones presidenciales, Crooks tenía un perfil político que aparentemente contrastaba con las ideas del partido de Trump.
Documentos de la Comisión Federal Electoral de 2021 revelan que, a los 17 años, Crooks donó $15 a ActBlue, un comité de acción política que recauda fondos para políticos demócratas y de izquierda. Esta donación estaba destinada al Progressive Turnout Project, un grupo que moviliza a los demócratas a votar.
Reacciones y Medidas
Funcionarios del FBI continúan investigando los posibles motivos y conexiones del sospechoso. Este trágico incidente ha generado una mayor preocupación por la seguridad de los candidatos y ha llevado a intensificar las medidas de protección en eventos públicos.
El caso de Thomas Matthew Crooks, un joven prodigio que parecía tener un brillante futuro, tomó un giro oscuro e inesperado, poniendo en primer plano la importancia de la seguridad y la vigilancia en el entorno político actual.
Un testigo entrevistado por la BBC dijo que vio a un hombre armado con una pistola arrastrándose por el tejado de un edificio cercano al lugar del suceso e intentó alertar a los servicios de seguridad. Los disparos parecían provenir de una zona más allá del perímetro de seguridad establecido por el Servicio Secreto, afirmó.
Ryan Knight, un simpatizante de Trump, declaró haber visto al atacante en un edificio cercano.
“Cuando estaba sentado allí, un tipo dijo: ‘Dios mío, tenía un arma’”, contó Knight a los periodistas.
Un video publicado por el medio estadounidense TMZ muestra al presunto autor de los disparos en una azotea mientras sostiene un rifle.
El FBI mantiene abiertas las investigaciones.
El 22 de julio, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, comparecerá en la Cámara de Representantes ante el Comité de Supervisión.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional Republicano, Michael Whatley, dijo el domingo 14 de julio que las autoridades están trabajando juntas para garantizar la seguridad en la convención del partido en Milwaukee esta semana después del intento de asesinato de Donald Trump.