Charlottesville, Virginia
Una polémica manifestación de la extrema derecha estadounidense en el estado de Virginia se transformó en un drama luego de que un automóvil embistiera a una multitud de contra-manifestantes antirracistas, dejando un muerto.
Sin embargo, el saldo de víctimas fatales aumentó a tres luego de que un helicóptero cayó en un área vecina a la ciudad de Charlottesville, muriendo otras dos personas en un accidente cuyas causas aún se investigan, manifestó la Policía de Virgina.
Las autoridades no dieron detalles sobre la relación entre el accidente del helicóptero y la violencia en Charlottesville, aunque al parecer policías estatales iban a bordo.
En una conferencia de prensa improvisada desde su lugar de vacaciones en Bedminster, Nueva Jersey, el presidente Donald Trump condenó "en los términos más firmes posibles esta exhibición atroz de odio, fanatismo y violencia procedente de varios lados".
"El odio y la división deben detenerse ahora. Tenemos que unirnos como estadounidenses con amor", agregó.
Sus declaraciones se produjeron minutos después de que el alcalde de Charlottesville, Mike Signer, confirmara la muerte de la primera víctima, una mujer de 32 años.
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La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, quien no acostumbra a realizar comentarios públicos, se sumó a la condena al sectarismo. "Nada bueno sale de la violencia", escribió en su cuenta de Twitter.
La negativa del presidente Donald Trump de criticar a grupos de la ultraderecha provocó múltiples críticas, incluso por parte de miembros del Partido Republicano.
Enfrentamientos
Centenares de personas confluyeron en la ciudad de Charlottesville para participar o protestar contra la Marcha de la Derecha Unida, estallando rápidamente los disturbios, aunque policías y tropas de la Guardia Nacional saturaron el centro de la ciudad.
Muchos de los participantes en la marcha llevaban banderas confederadas, consideradas símbolo de racismo por muchos estadounidenses, mientras que otros levantaban sus brazos haciendo el saludo nazi.
En tanto, los manifestantes antirracistas portaron banderas del movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa), coreando frases contra el racismo como: "No Nazis, no KKK, no fascist USA".
"Marchábamos por la calle cuando un automóvil, negro o gris, se nos lanzó encima, golpeó a todo el mundo. Luego retrocedió y nos volvió a embestir", relató un testigo.
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En un video publicado en redes sociales, se ve cómo un carro oscuro golpea violentamente a otro vehículo por detrás y luego retrocede velozmente en medio de los manifestantes.
Los grupos de la derecha radical querían denunciar y oponerse en forma unitaria al proyecto de Charlottesville de retirar de un espacio municipal la estatua del general confederado Robert E. Lee, quien luchó a favor de la esclavitud durante la Guerra Civil estadounidense.
Ante la situación de violencia en la ciudad, el gobernador demócrata de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia, una medida que le permite movilizar una mayor cantidad de policías.
McAuliffe había exhortado el viernes a los habitantes de la ciudad a que no asistieran a la manifestación.