Álamo, EE. UU. A ocho días de dejar el cargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció el martes a su homólogo de México, Andrés Manuel López Obrador, por su “amistad” y apoyo en el control de la frontera común.
En Álamo, Texas, junto a un tramo del muro que impulsa para prevenir “el crimen y las drogas”, el mandatario saliente no escatimó elogios para López Obrador.
"Quiero agradecer al gran presidente de México. Él es un gran caballero, un amigo mío. El presidente (López) Obrador es un hombre que realmente sabe lo que está pasando. Ama a su país y también ama a Estados Unidos", dijo.
"Quiero agradecerle por su amistad y su relación profesional de trabajo", agregó sobre el mandatario mexicano, en el poder desde diciembre de 2018.
Trump destacó el despliegue por México de 27.000 efectivos para patrullar sus fronteras en los últimos dos años, lo cual permitió -según él frenar* la inmigración irregular, en su mayoría proveniente de Centroamérica.
Además, celebró los Protocolos de Protección al Migrante (MPP) sellados con México durante el gobierno de López Obrador, un acuerdo que calificó de "pionero" y por el cual los extranjeros que llegan a la frontera de Estados Unidos pidiendo asilo deben aguardar la resolución de sus casos en territorio mexicano.
"Esta medida por sí sola puso fin a una crisis humanitaria y salvó innumerables vidas", aseguró Trump.
Estados Unidos y México comparten cerca de 3.200 kilómetros de frontera.
La Casa Blanca informó de que el presidente viajó a Alamo para “marcar la finalización de más de 400 millas (640 km) de muro fronterizo”, lo cual consideró una “promesa cumplida”, y para “resaltar los esfuerzos de su gobierno para reformar un sistema de inmigración disfuncional”.
Sin embargo, el “gran, magnífico” muro prometido por Trump en la campaña electoral del 2016 no se completó. Del total finalizado, solo unos 20 km han sido construidos en zonas en las que antes no existía ninguna barrera física. El resto corresponde a mejoras o refuerzos de las existentes.
Y México nunca pagó por el muro, como había prometido Trump.
Pese a las tensiones con México por temas migratorios y comerciales, Trump mantuvo una relación muy cordial con López Obrador, quien lo visitó en Washington en julio pasado en plena campaña electoral estadounidense, lo que fue criticado por opositores y algunos analistas mexicanos.