Washington. El presidente estadounidense matizó este lunes el sorpresivo anuncio del retiro de las tropas estadounidenses de Siria y dijo que la operación va a ser “lenta” y destacó que los logros en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) justifican su decisión militar.
El cambio en el discurso se produce después de que un importante senador republicano dijera que Trump había prometido mantenerse en Siria hasta finalizar el trabajo de derrotar al EI.
El anuncio de la retirada generó un sismo con varias réplicas, ya que además de sorprender a sus aliados regionales, indujo la renuncia del secretario de Defensa, Jim Mattis.
Este lunes en un tuit Trump parecía haber pisado el freno, con un discurso más cauto sobre la repatriación de las tropas.
"El EI ya casi no existe, vamos a ir enviando a las tropas a casa con sus familias, pero al mismo tiempo vamos a seguir combatiendo lo que queda del EI", publicó después del anuncio de que Estados Unidos retirará cerca de 2.000 soldados que estaban desplegados en el norte de Siria.
La mayoría de los efectivos son fuerzas especiales para combatir al EI y también para entrenar a las fuerzas locales que enfrentan a los yihadistas.
Trump defendió su decisión este lunes y encaró a quienes critican su estrategia en Siria.
"Si cualquiera que no hubiera sido yo hubiera hecho lo que yo hice en Siria, que era un caos controlado por el EI, esa persona sería un héroe nacional", indicó Trump.
"¡Los resultados son mucho mejores de lo que dije que serían!", afirmó y resaltó que durante su campaña prometió terminar con las guerras sin fin.
La semana pasada, el presidente estadounidense ya había señalado que habló con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan sobre que el retiro de las tropas será "lento y extremadamente coordinado".
El grupo que en una ofensiva fulminante en el 2014 logró hacerse con vastas extensiones de terreno proclamando un califato a caballo entre Irak y Siria, está muy debilitado y muchos de sus miembros están ocultos, pero se cree que sigue haciendo una importante cantidad de células de combatientes.
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La coalición liderada por Estados Unidos lanzó sus primeros bombardeos aéreos contra el grupo EI en setiembre del 2014. La capital del califato del EI, Raqa, cayó el 17 de octubre del 2017.
En su campaña electoral, Trump prometió sacar a Estados Unidos de los compromisos militares en los que se embarcaron después del 11 de setiembre del 2011 en Medio Oriente.
"Estamos en países que la mayoría de la gente nunca ha oído nombrar", argumentó Trump.
Esta postura es popular entre muchos estadounidenses pero también genera resistencias, incluyendo entre los aliados de Washington, que afirman que Estados Unidos no puede abandonar su tradicional rol de liderazgo.
Las declaraciones de Trump se producen después de que uno de sus correligionarios más cercanos, el senador republicano Lindsey Graham, para quien el retiro constituye un error, dijera el domingo que quedó satisfecho tras reunirse con el presidente.
"El presidente entiende la necesidad de terminar el trabajo", afirmó Graham. "Creo que el presidente está comprometido en dejar Siria cuando el EI esté completamente derrotado, y ya estamos en la recta final", aseguró.
El general en retiro Stanley McChrystal, excomandante de las fuerzas estadounidenses e internacionales en Afganistán, criticó la estrategia de Trump, afirmando que el retiro de las tropas podría debilitar la influencia de Estados Unidos en la región.
“Irán ha aumentado ahora su influencia en la región. Si se elimina la influencia estadounidense, es probable que haya una mayor inestabilidad”, afirmó McChrystal el domingo a la cadena ABC.