Washington. Donald Trump ha abierto la puerta para la “anarquía y la corrupción” y debe rendir cuentas por el ataque del 6 de enero del 2021, manifestó el jueves el presidente del comité de investigación parlamentario sobre el asalto al Capitolio.
El expresidente republicano “intentó destruir nuestras instituciones democráticas”, declaró Bennie Thompson durante una audiencia en horario estelar, que concluye una serie de presentaciones públicas del trabajo de su comisión. Según él, todos los responsables del ataque, incluso en la Casa Blanca, tendrán que “responder de sus actos ante la justicia”.
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“Tendrá graves consecuencias, de lo contrario temo que nuestra democracia no se recupere”. Acto seguido dos miembros del comité resumieron la jornada del 6 de enero del 2021, vivida “minuto a minuto” por Donald Trump, a quien acusaron de haber “fracasado en su deber” como comandante en jefe, de impedir que sus partidarios sembraran el caos en el Capitolio.
Fue él quien los convocó a Washington el día en que los parlamentarios debían certificar la victoria de su rival demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales. En torno al mediodía, en un enardecido discurso en el corazón de la capital, les pidió que “lucharan como demonios” contra un supuesto “fraude electoral masivo”.
Luego regresó a la Casa Blanca, mientras la multitud lanzaba un asalto al templo de la democracia estadounidense. Tardó más de tres horas en pedir a sus seguidores que “se fueran a casa”, mediante un video en el que también les decía que los amaba.
‘Egoísta’
La audiencia del jueves ante el comité de la Cámara de Representantes integrado por siete demócratas y dos republicanos repudiados por su partido, detalló qué pasó entre esos dos discursos. Atrincherado en el comedor privado de la Casa Blanca, Donald Trump siguió el ataque por televisión “mientras sus asesores cercanos y familiares le rogaban que interviniera”, describió la congresista demócrata Elaine Luria.
En un fragmento del video de su declaración, el exasesor legal de la Casa Blanca Pat Cipollone confirmó que dijo alrededor de las 2:00 p.m. (hora local) “muy claramente que necesitábamos una declaración pública inmediata y clara para pedirle a la gente que se fuera del Capitolio”.
En cuanto a las fuerzas de seguridad, el presidente Trump “no las llamó para dar órdenes, ni para ofrecer ayuda”, a los agentes del Capitolio desbordados, aseguró Elaine Luria.
‘Ambiguo’
“El presidente no cometió un error al no actuar durante 187 minutos (...), optó por no actuar”, asestó Adam Kinzinger, uno de los dos congresistas republicanos que aceptaron participar en el comité y que desde entonces han sido repudiados por su partido.
Peor aún, a las 2:24 p.m. (hora local) envió un tuit para criticar a su vicepresidente Mike Pence por no querer bloquear la certificación de los resultados electorales, alimentando las quejas de los alborotadores, afirmaron los congresistas. En las siguientes dos horas envió otros dos tuits, contentándose con llamar a la multitud a “ser pacífica”.
La entonces portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Matthews, contó que Trump finalmente accedió a enviar el mensaje solo después de que interviniera su hija Ivanka. “Era insuficiente”, “esperábamos algo menos ambiguo”, informó Matthew Pottinger, entonces asesor adjunto de Seguridad Nacional, también citado como testigo el jueves por la noche.
Y cuando finalmente grabó un video para llamar a sus seguidores a abandonar el Capitolio, no respetó el texto escrito por sus asesores. “Conozco su dolor”, optó por decir, presentándose nuevamente como víctima de unos comicios que, según él, fueron “robados”.
‘Por encima de la ley’
Esta sesión pública es la octava en seis semanas y la segunda transmitida en horario de máxima audiencia en todo el país. Las anteriores se han centrado, entre otras cosas, en el papel de la ultraderecha en el asalto o en la presión ejercida sobre los agentes electorales por parte de Donald Trump.
Las nuevas audiciones se llevarán a cabo en setiembre, informó Bennie Thompson. Se espera un informe final en el otoño boreal. Independientemente de sus recomendaciones, la decisión de procesar a Donald Trump recaerá en el secretario de Justicia, Merrick Garland, quien no lo descarta.
“Nadie está por encima de la ley”, insistió el miércoles. Trump, de 76 años, quien repetidamente ha dado pistas de que volverá a presentarse a los comicios del 2024, denuncia el trabajo del comité y si se le procesa es posible que se presente como víctima de un complot político.
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