Washington. Donald Trump anunció este viernes la declaración de emergencia nacional, un procedimiento excepcional que le permitirá pasar por alto al Congreso de Estados Unidos para desbloquear fondos y construir su prometido muro en la frontera con México, abriendo una feroz batalla legal con sus opositores.
"Todo el mundo sabe que los muros funcionan", aseguró el presidente estadounidense en rueda de prensa desde los jardines de la Casa Blanca, en la que evocó una "invasión" de inmigrantes en situación ilegal, así como el ingreso constante drogas y delincuentes.
El procedimiento teóricamente le permite saltarse al Congreso para desbloquear fondos -principalmente destinados a defensa- para construir el muro con el que pretende frenar la migración desde Centroamérica.
Trump reconoció que ahora espera que se interpongan medidas judiciales contra su declaración, aunque demostró una confianza que sin duda es respaldada por los jueces conservadores que ha nombrado para la Corte Suprema, el tribunal más alto del país.
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"Afortunadamente vamos a ganar", destacó.
Casi de inmediato, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, dijo que la decisión generará "una crisis constitucional" y que por ello la recurrirá.
"California está llevando el asunto ante la justicia", expresó por su lado el gobernador del estado de California, Gavin Newsom.
‘Declaración ilegal’
Esto se convierte en el punto de partida de amargas luchas políticas y judiciales, ya que la voluntad del presidente de colocar este "magnífico muro" por sobre todo lo demás, incluida la separación de poderes, según sus adversarios, está generando duras críticas.
Los líderes demócratas en el Congreso Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, líder del partido en el Senado, enseguida reaccionaron contra el anuncio de Trump.
"La declaración ilegal del presidente sobre una crisis que no existe violenta gravemente nuestra Constitución y hace a Estados Unidos un país menos seguro, al robar fondos urgentemente necesarios de Defensa destinados a la seguridad de nuestros militares y nuestra nación", dijeron en un comunicado conjunto.
En filas demócratas se considera que se incurre en un grave abuso de poder y ven en esta decisión una maniobra política baja de un presidente debilitado por la pérdida de la Cámara de Representantes en noviembre y su retiro a fines de enero del enfrentamiento en el cual se había enzarzado con el Congreso por el tema de la inmigración.
Sin embargo, la Casa Blanca afirma que esta iniciativa es la marca de un hombre que no olvida sus promesas una vez en el poder. Trump, quien ahora tiene los ojos fijos en la elección presidencial del 2020, espera que esto le permita, una vez más, impulsar su base electoral.
Sin embargo, incluso, en el campo republicano, la iniciativa no ha recibido apoyo unánime: “Declarar la emergencia nacional en este caso sería un error”, había advertido la senadora republicana Susan Collins.
Su decisión va acompañada de la firma de un compromiso presupuestario alcanzado en el Congreso, que marca el final de largas negociaciones entre demócratas y republicanos para financiar los servicios públicos federales y evitar un nuevo cierre parcial del gobierno federal. Los fondos para el muro estuvieron siempre en el centro de la discusión.
El presidente estadounidense debía ahora firmar la ley de financiamiento aprobada el jueves. Lo aprobado solo incluye una cuarta parte de los fondos que Trump ha demandado durante meses para la construcción del muro en la frontera ($1.400 millones contra $5.700 millones).
Pero según informó la Casa Blanca, en total si se suman esos $1.400 millones liberados por el Congreso, podrían reunirse unos $8.000 millones para la construcción del cuestionado muro.
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Críticas ante decisión
"Qué vergüenza para cualquier miembro del Congreso que no se oponga clara y vigorosamente a esta invocación ilegítima" de una emergencia nacional, dijo la poderosa Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
Varios presidentes de Estados Unidos han utilizado este procedimiento en el pasado, pero en circunstancias muy diferentes y mucho menos controvertidas.
Jimmy Carter invocó la urgencia luego de la toma de rehenes en la embajada de Estados Unidos en Teherán, Irán, en 1979. Luego George W. Bush lo hizo tras los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001 y años más tarde Barack Obama recurrió a ella durante el Epidemia de gripe H1N1.
Peter Schuck, profesor emérito de derecho en la prestigiosa Universidad de Yale, dijo que "el hecho de que el presidente pueda tener el poder de desperdiciar miles de millones de dólares en una promesa de campaña tonta es, en sí mismo, indignante".
En una columna del diario New York Times, Schuck opinó que el Congreso debería definir más rigurosamente las condiciones bajo las cuales el presidente puede usar la Ley Nacional de Emergencias, aprobada en 1976.
“A largo plazo, este tema es más crucial para la vitalidad de nuestra democracia que si el presidente Trump finalmente consigue su muro”, dijo.