Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó el martes que su discurso la semana pasada ante miles de simpatizantes, a quienes alentó a marchar hacia el Congreso alegando que le robaron la reelección, tuviera algo que ver con la violencia que estalló poco después.
"Han analizado mi discurso, mis palabras y mi párrafo final, mi oración final, y todos pensaron que era totalmente apropiado", dijo Trump a periodistas antes de emprender un viaje a Texas.
Asimismo, afirmó que los gigantes de las redes sociales como Twitter y Facebook cometieron un “error catastrófico” al suspenderle sus cuentas acusándolo de incitar a la violencia antes de que sus partidarios invadieran el Congreso.
“Están cometiendo un error catastrófico ... Están dividiendo y dividiendo, y están mostrando algo que he estado prediciendo durante mucho tiempo”, manifestó el mandatario antes de abordar el Air Force One.
Trump también consideró que el procedimiento de juicio político en su contra es “absolutamente ridículo” y afirmó que despertó “una inmensa ira” en todo Estados Unidos.
“Esta es realmente la continuación de la mayor cacería de brujas de la historia. Es ridículo, es absolutamente ridículo. Este impeachment está causando una ira inmensa”, dijo el presidente estadounidense desde los jardines de la Casa Blanca.
“No quiero violencia (...) Ahora es el momento de que nuestra nación se recupere y es el momento de la paz y la calma”, agregó en su primera declaración a la prensa desde la asonada del 6 de enero, que dejó cinco muertos y conmocionó a Estados Unidos y al mundo.
En plena tormenta política, el gobernante se reunió el lunes con su vicepresidente, Mike Pence, quien -según parece- ha decidido hacer frente común con el mandatario ante los demócratas, rechazando los pedidos para que aparte a Trump del poder invocando la 25.ª Enmienda de la Constitución.
En el Congreso se está preparando además un procedimiento de impeachment que pasaría a la historia y es probable que hipoteque el posible futuro político de Trump, quien podría convertirse en el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado dos veces en un juicio político.
La Cámara de Representantes considerará la acusación este miércoles y se espera que la vote ese mismo día.
Visita al muro
La Casa Blanca informó de que Trump viajó a Álamo, Texas, para “marcar la finalización de más de 400 millas (640 km) de muro fronterizo”, lo cual consideró una “promesa cumplida”, y para “resaltar los esfuerzos de su gobierno para reformar un sistema de inmigración disfuncional”.
Sin embargo, se está muy lejos del “gran, magnífico” muro prometido por Trump en la campaña electoral del 2016.
Del total concluido, solo unos 20 km se construyeron en zonas en las que antes no existía ninguna barrera física. El resto corresponde a mejoras o refuerzos de las existentes.
Y México nunca pagó por el muro, como había prometido Trump.
Segundo juicio político
Con el respaldo de una gran cantidad de demócratas, y con el posible apoyo de republicanos, se espera que la acusación contra Trump se apruebe fácilmente en la Cámara Baja.
Trump ya fue sometido a un impeachment, cuando fue acusado en diciembre del 2019 de presionar al mandatario ucraniano para que investigara un presunto caso de corrupción de Joe Biden, actual presidente electo y quien entonces aparecía como su principal rival. Trump fue finalmente absuelto por el Senado de mayoría republicana.
Queda la duda sobre el rumbo y el desenlace del juicio que luego tendrá que celebrarse en el Senado, actualmente con mayoría republicana.
Los demócratas tomarán el control de la Cámara Alta el 20 de enero, pero necesitarán el apoyo de muchos republicanos para lograr la mayoría de dos tercios necesaria para condenar al presidente.
Un juicio político a Trump también correría el riesgo de obstaculizar la acción legislativa de los demócratas al comienzo de la presidencia de Biden, al monopolizar las sesiones del Senado.